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viernes, 21 de mayo de 2021

Una de las primeras firmas que tomó este caso en Colombia fue el bufete Lozano Blanco y Asociados, cuya labor beneficiará a las afectadas

Luego de más de 10 años de procesos legales contra la empresa alemana TÜV Rheinland, un tribunal francés falló en contra de la organización por el caso de implantes mamarios defectuosos, los cuales usan aproximadamente 400.000 mujeres alrededor del mundo. En el caso colombiano, esa misma cifra asciende a un mínimo de 1.500 mujeres, quienes esperan ser indemnizadas por los perjuicios causados.

Una de las primeras firmas que tomó este caso en Colombia fue el bufete Lozano Blanco y Asociados, cuya socia fundadora es Nathalie Lozano. Desde que se conoció el caso, Lozano advirtió que el tema era clave pues tocaba parámetros en el control y seguimiento de lo que se certifica en materia de salud.

"Esta decisión es trascendental porque es la última instancia y la que cierra todo el ciclo de decisiones en los tribunales franceses. Es decir, con esta decisión, lo que podemos decir es que desde la primera instancia en el Tribunal de Toulon hasta la Corte de Casación hasta esta, que es posterior porque es una segunda instancia de apelación, todos han fallado a favor nuestro y han condenado a la empresa TÜV Rheinland", indicó Lozano en unas breves declaraciones que dio a Asuntos Legales.

También se le preguntó por el tema de la indemnización para las víctimas en Colombia, a lo que respondió: "Las mujeres afectadas en Colombia que serán indemnizadas son las que se hayan hecho parte del proceso y que hayan sido declaradas y admitidas dentro del pleito. Es decir, este es un proceso masivo. En este grupo representamos a 1.500 mujeres, pero en total son más de 12.000 mujeres las que representamos. Ahora, es natural de que haya una discusión de algunos casos individuales", dijo.

LOS CONTRASTES

  • Nathalie LozanoSocia fundadora de Lozano Blanco Asociados

    "Esta decisión es trascendental porque es la última instancia y la que cierra todo el ciclo de decisiones en los tribunales franceses. Esto demostró que efectivamente TÜV Rheinland fue negligente""

Agrego que cada caso se analiza de manera individual o particular. "En Francia esto no se maneja como una acción de grupo como sería en EE.UU. Cada mujer recibe un monto de indemnización distinto también según el nivel de afectación".

Lozano enfatizó que con este fallo no queda ninguna duda de que TÜV Rheinland fue una empresa "negligente" y que debe responder a las mujeres a las que se compruebe que causaron daños. "Este es el resultado de un trabajo de casi 10 años", comentó.

Fue en 2013 cuando la firma empezó la cruzada legal en contra de la certificadora alemana de prótesis PIP, con cientos de testimonios de las víctimas. Entre las quejas más frecuentes de las afectadas destacaban: daño en la piel y daños generales en la salud por la mala calidad de las prótesis, las cuales fueron certificadas por la organización alemana como “aptas”.

“En liquidación obligatoria desde 2010, PIP ha vendido casi un millón de prótesis defectuosas en el mundo entre 2001 y 2010. Llenos de gel no compatible, los implantes PIP también tenían una tasa anormal de ruptura”, aseguró el bufete en un artículo el año pasado.

Según la firma, a nivel mundial hay 10.000 víctimas en 40 países. Desde 2010, el Invima ya había alertado sobre los riesgos de seguir importando las unidades y en 2012 el Ministerio de Salud ordenó el retiro de las prótesis del mercado. Es en 2013 cuando la firma entra en medio de la disputa y solicita la reparación para las más de 1.500 mujeres colombianas.

Pese a que en 2018, cinco años después del arduo trabajo legal, la Sala de Casación Francesa reconoció la indemnización solicitada por las demandantes, no fue hasta ayer 20 de mayo que el Tribunal de Apelación de París se pronunció a favor de las víctimas.

“Tras más de 10 años de trámite y una serie de sentencias contradictorias, esta sentencia podría allanar el camino para la indemnización de decenas de miles de mujeres, víctimas de prótesis PIP en todo el mundo”, aseguró la firma.
La demanda establece que la empresa PIP solo utilizó el gel autorizado para los implantes, más exactamente de la marca Nusil, para alrededor de 15% de la producción de las unidades. La responsabilidad de la certificadora alemana radica en que no verificaron las materias primas y los materiales con que estaban siendo exportadas.

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