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  • José David Castilla

viernes, 11 de enero de 2019

Blockchain e inteligencia artificial son dos revoluciones que se avecinan para el mercado y que buscan democratizar el acceso a la justicia

La irrupción de nuevas tecnologías para el mercado de los servicios legales es uno de los principales cambios que se han generado para agilizar los procesos legales y mejorar la atención al público. Varias firmas están interesadas en explorar estos mercados y explotan una oportunidad de negocio, que avizora una revolución más allá de lo jurídico.

La empresa Misat, filial de Indra, se ha enfocado en la transformación digital de la justicia. Dentro de sus planes empresariales, existe una gran cantidad de propuestas innovadoras para los bufetes de abogados. Otra compañía que ha llegado al mercado nacional es TyT o las aplicaciones para extender los servicios legales a otros actores del mercado.

Entre la tecnología más impactante dentro del mercado se encuentran los software de Inteligencia Artificial, los procesamientos de lenguaje natural, los procesos automatizados o la tecnología blockchain.

“El sector se enfrenta a desafíos desde frentes polarizados y entornos cada vez más cambiantes. El reto es convertir en oportunidad aquello que en principio se podría identificar como una amenaza”, valora José Luis Ramos Martín, gerente de Misat.

Otras firmas de abogados, como Baker Mckenzie o Godoy Córdoba, han optado por realizar software especializado al interior de sus propias compañías. Los retos que se avizoran en el horizonte han creado la necesidad de que las firmas de abogados se adentren en el sector digital para convertirse en actores competitivos dentro del mercado.

En entrevistas previas concedidas a este diario, Andrés Godoy, socio de Godoy Córdoba, aseguró que una de las principales herramientas de crecimiento empresarial de la firma ha sido la implementación de software que haga más accesible la información que se maneja en el curso de sus litigios.

Los expertos han planteado que no se trata únicamente de migrar a un expediente digital, el ideal es crear y automatizar procesos que agilicen la labor judicial, aceleren el apartado funcional de la rama y garanticen un acceso a la justicia, reduciendo la impunidad y garantizando equidad litigiosa.

Esta necesidad de migrar a lo digital ha hecho que la rama judicial y las altas cortes se planteen la posibilidad de migrar a un expediente digital. Finalizando la vigencia del 2018, el Ministerio de Justicia, el Consejo de Estado, la Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional firmaron un pacto para digitalizar los procesos judiciales; una promesa que viene estancada desde el Gobierno anterior.

El mercado tecnológico para los bufetes

La inteligencia artificial, la esquematización de procesos digitales y los contratos inteligentes son algunos de los tesoros que se pueden escarbar dentro de este mundo tecnológico.

Los bufetes de abogados pueden encontrar una gran red de servicios dentro del contexto tecnológico para perfeccionarse como empresa. Sin embargo, en nuestro país aún queda mucho por recorrer para definir los regímenes de responsabilidad y la aplicabilidad tecnológica.

A nivel global, el año pasado se produjo una de las fusiones más importantes en el marco de los servicios legales y tecnológicos: la firma Rocket Lawyer se asoció con ConsenSys (una empresa dedicada a desarrollar blockchain) y con su filial denominada Open Law. El mercado internacional está apuntando a mejorar el acceso a la justicia; están cobrando por sistematizar procesos y agilizar trámites.

El auge de las nuevas tecnologías en servicios legales llegó a tal nivel en el contexto internacional, que la Unión Europea tuvo que expedir un documento declarativo sobre los principios éticos para utilizar la automatización de servicios legales. La Carta Ética Europea sobre el uso de la inteligencia artificial en los sistemas judiciales y su entorno, fue promulgada el día de ayer por parte de las autoridades europeas y estableció los cinco principios éticos que deben existir en el mercado: respeto a los derechos humanos; principio de calidad y seguridad; principio de transparencia y el principio de control del usuario.

Aún queda mucho por regular, pero la tecnología está reformando al mundo de los servicios legales. Por eso es importante que las firmas locales miren el contexto internacional y se abrochen el cinturón, porque las proyecciones sobre el impacto tecnológico requerirán esfuerzo y creatividad por parte de los bufetes legales para tener relevancia en un mercado cada vez más globalizado.

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