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jueves, 8 de octubre de 2020

Ha generado polémica el proyecto de reforma política que tiene por objetivo lograr un incremento de unos 12 senadores

La discusión sobre el proyecto de reforma política que cursa en el Congreso de la República empezó con una polémica, luego de que se aprobara en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, en primer debate, la proposición de aumentar el número de senadores. Esto, para dar mayor representación a los departamentos pequeños que, dicen, no están representados adecuadamente en el Congreso.

Sin embargo, esa premisa no está fundamentada en los datos. Juan Carlos Rodríguez-Raga, profesor asociado de Ciencia Política y codirector del Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes, hizo un análisis con el estudiante Wilson Forero, que detalla cuántos senadores debería tener cada departamento con respecto a su población y cuántos tiene, con base en dónde obtuvieron sus votos cada uno de los senadores electos.

Se le tiene. Con @ForeroWilly hicimos este cálculo que muestra —para cada departamento— cuántas curules en el Senado "debería tener" según su población y cuántas tiene efectivamente de acuerdo con la distribución geográfica de los votos de los senadores electos en 2018. pic.twitter.com/QbE5jViUFR

— JCRodríguezRaga (@jotacerrerre) October 7, 2020

“Si el criterio de representación es la población, es decir, que el Senado represente personas y no kilómetros cuadrados, de forma agregada, cumple bastante bien con los objetivos trazados por la Constitución”, dijo.

Lo anterior queda claro, por ejemplo, si se miran las cifras de Vichada, Guainía y Guaviare. El primero tiene 0,108 curules, y debería tener 0,109; el segundo tiene 0,056 y debería tener 0,054; el tercero tiene 0,154 y debería tener 0,148. Es decir, diferencias menores a 0,01.

En cambio, las circunscripciones con mayor subrepresentación son Bogotá, Cundinamarca y Sucre, mientras que las más sobrerrepresentadas son Magdalena, Atlántico y Nariño.

Cabe recordar, además, que la Constitución de 1991 estableció principios de representación diferenciados para cada cámara del Congreso: mientras la Cámara representa intereses regionales, el Senado debería representar las preferencias políticas nacionales.

LOS CONTRASTES

  • Juan Carlos Rodríguez-RagaProfesor asociado de Ciencia Política de la Universidad de Los Andes

    “Con las listas cerradas es imposible saber cuántos votos obtiene cada senador ni dónde obtiene sus votos. Así, los argumentos de senadores departamentales se hacen espurios”.

Por eso, Yann Basset, director del Grupo de Estudios de la Democracia de la Universidad del Rosario, explicó que introducir un criterio territorial al Senado es redundante y pondría en cuestión la utilidad de tener un Congreso bicameral. “El Senado cumple bien su función de presentar minorías políticas, como los partidos cristianos. Cada cámara tiene su función y solaparlas iría en detrimento de lo que sí se está haciendo bien en este momento”, anotó.

Además, advirtió Rodríguez-Raga, la reforma aprobada tiene una gran inconsistencia al buscar senadores territoriales y, al tiempo, eliminar el voto preferente. “Con las listas cerradas es imposible saber cuántos votos obtiene cada senador ni dónde obtiene sus votos. Así, los argumentos de senadores departamentales se hacen espurios”, concluyó.

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