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lunes, 12 de julio de 2021

La pandemia, entre muchas otras consecuencias más importantes, nos trajo una nueva realidad en el ámbito deportivo. El deporte sin público. Al momento de escribir esta columna se informa que para los juegos olímpicos no habrá público en las tribunas pues Japón está atravesando un pico de pandemia. El primer tema que me parece interesante al menos de pensar es si realmente el deporte está por encima de todo y que a pesar de los picos de infección y la cantidad desbordada de muertes los torneos “se juegan porque se juegan”. El deporte no me parece tan importante, no se nos puede olvidar que uno de los primeros focos de la pandemia fue un partido de Champions en Bérgamo entre Atalanta y Valencia. Algunas federaciones y organizaciones decidieron suspender torneos, pero cada vez es mas evidente que los directivos miran para otro lado y a pesar de la pandemia obligan a realizar competencias en condiciones poco menos que deplorables.

El segundo tema que veo complejo es la transformación que tiene un deporte cuando se realiza sin público. Aún el ajedrez requiere de público y en momentos muy especiales se le ha solicitado comportamiento. En 1972 en Reikiavik en el campeonato mundial de ajedrez se debió jugar una partida a puerta cerrada por las quejas de Fischer.

Es mucho más evidente en deportes como el fútbol donde lo que se hablan los jugadores en la cancha difícilmente puede ser oído. El último partido de Colombia con Argentina esta situación fue patente, el arquero argentino habló durante todo el tiempo en que por penales se definía quien pasaba a la final. Les dijo de todo a los colombianos y estos parece que perdieron la concentración. La pregunta es. ¿Son estas conductas punibles? Supongo que no hubo comentarios racistas, así que salvo esa eventualidad “hablar” al rival no puede ser considerado como punible. El problema o la novedad está en la posibilidad que nos dio la falta de público de oír las barbaridades que le decían a los colombianos. El fútbol tiene eso, todavía no sabemos que le dijo Materazzi a Zidane, lo que si tenemos claro fue el resultado de ese diálogo.

El público es necesario en el deporte, no solo es el marco que encuadra el espectáculo, ayuda a algunos deportistas, a otros los amilana. Por eso no estoy de acuerdo con la política de realizar los olímpicos solo con deportistas. Además, el riesgo a que se exponen los deportistas me parece que está mas allá del riesgo admitido por la práctica del deporte. Una lesión producida por una mala caída en judo es perfectamente posible, lo que no está tan claro es la muerte de un deportista por covid-19. Seguramente no ocurrirá, pero no me parece adecuado exponer a tal cantidad de personas por cumplir con compromisos comerciales. Finalmente, no irá público, pero si deportistas, cuerpo técnico, dirigentes, periodistas, organizadores y voluntarios. Y entre esta cantidad de personas más de una, mayor de 45 estará sin vacuna, con el riesgo que esto conlleva.

Nada se ha dicho del torneo colombiano de fútbol profesional, supongo que seguirá desarrollándose sin público, es más, también se llevará acabo el torneo profesional femenino que cada vez convoca mas espectadores. En estos momentos de colapso de las unidades de cuidados intensivos no creo que se piense siquiera en abrir las puertas de los estadios.

Esperemos que en algún momento la situación vuelva a parecerse a la de antes y el deporte funcione de la mejor manera posible, por ahora seria mejor evitar estas grandes competencias. Pienso yo