lunes, 30 de noviembre de 2020
A 30 de noviembre y el balance de, supongo, la mayoría de los habitantes de este planeta es bastante pobre. Durante algo más de ocho meses estuvimos pendientes de todo lo que tenía que ver con el covid. El fútbol, como siempre fue una de las primeras actividades desde en intentar volver a la normalidad. En Europa gracias a trabajo coordinado lograron inicialmente concluir Champions League con un formato muy agradable y poco a poco los campeonatos terminaron sus calendarios algunos con muchos partidos seguidos, otros simplemente lo cancelaron. Se cambiaron períodos de inscripción, se buscaron soluciones para aquellos problemas contractuales que implicaron la suspensión de los contratos y en general se hizo lo necesarios para no golpear el negocio y creería, que el fútbol salió revitalizado. Salvo algunos pocos problemas en la segunda división española el resto de los torneos se desarrollaron sin mayores inconvenientes
Por el contrario, la pandemia desnudó nuestro fútbol, la calidad de sus jugadores, aficionados, árbitros y dirigentes. Los hinchas colombianos nos dimos cuenta que podemos sobrevivir y calmar nuestras ganas de ver este delicioso deporte y que realmente no nos hace falta ir al estadio o verlo por televisión. El tema económico tocó a los equipos, lógico, la mayoría de los ingresos se agotaron y no llegaron nuevos, en estos momentos muchos equipos tienen deudas laborales con sus jugadores.
No es solo un tema legal, es organizacional, comercial y sobre todo de sentido común. El torneo se juega de manera casi clandestina pues no hay forma de verlo por televisión abierta. Entiendo que la fuente de ingresos más importante de los equipos en la actualidad son los derechos de TV, el momento se prestaba más para hacer lo que muchos teatros y plataformas digitales, ofrecer de manera gratuita el torneo e intentar enganchar nuevos clientes.
Tal vez el mayor problema es el del Cúcuta Deportivo pues modificó el campeonato de manera artificial y nos mostró como se manejan estos temas en nuestro fútbol. No me interesa a quien se pretende beneficiar o cual es el interés de manejar este asunto como se maneje. Me parece que la visión de la mayoría de los dirigentes es bastante corta, no están ayudando a un colega, están acabando el negocio, en estos momentos la credibilidad del campeonato está en mínimos y no parece haber intención de mejorarla. ¿no se dan cuenta que a nadie beneficia este asunto? Sobre todo, a los equipos que ellos mismos gestionan. En muchos sitios, incluido en Fifa se está trabajando en equipo con varias partes interesadas, aficionados, jugadores y autoridades para mejorar el fútbol y ofrecer a la comunidad un deporte inclusivo transparente y organizado. Es el momento en pensar en el fútbol como producto que le puede interesar a los aficionados y que se puede vender.
El próximo año con un retorno gradual a la normalidad se deberá analizar realmente que pretenden vender como fútbol colombiano, un espectáculo mediocre con muy mala organización o tal vez intentarán acercarse a los aficionados con un producto adecuado que pueda ser vendido y no genere reacciones negativas como lo que actualmente ocurre.
En estos momentos no hay numero par de equipos situación que dificulta terriblemente la confección de un campeonato; muchos jugadores jóvenes llevan algo menos de un año sin jugar de manera organizada, hay un intento de crear la tercera división y el Ministerio intenta, mediante una nueva ley, organizar, mediante mas poderes, este descuadernado fútbol.
