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lunes, 6 de septiembre de 2021

La forma de manejar el dinero de los equipos como el Manchester City o el PSG con estados petroleros o con grandes fortunas atrás hace que el fútbol europeo tome un rumbo que no tengo claridad si sea el mejor como negocio.

Seguramente, y yo seré el primero, el PSG prenderá muchísimos más televisores que cualquier otro club de fútbol en Francia y seguramente en Europa; ver a tres de las máximas estrellas actuales acompañadas de otros grandísimos jugadores será un espectáculo digno de verse. Lo que no tengo tan claro es cual será el nivel de atracción de una liga como la francesa que seguramente en diciembre o enero ya estará decidida. Con equipos desconocidos y, salvo el PSG, sin muchas estrellas de renombre. La pelea por el segundo lugar o el descenso no es muy emocionante.

El fútbol americano, se encontró hace algunos años en la misma encrucijada; dos equipos con fuentes inagotables de recursos (Dallas y San Francisco) amenazaban con volver el campeonato una liga de solo dos. De esta situación salió un sistema que revitalizó la liga en su conjunto y le permitió a todos los equipos tener prácticamente las mismas oportunidades de ganar. Dejó de ser un campeonato de ricos y pobres y pasó a ser una liga de 32 equipos muy ricos.

La idea es sencilla en el papel y complicada en la realidad. Se trata de compartir la totalidad de los ingresos de todos los equipos entre equipos y jugadores. En la NFL se hace un total de todos los ingresos de todos los equipos (derechos audiovisuales, entradas, merchandising, publicidad de los estadios y más) y de este total el 48% debe estar destinado exclusivamente a salarios de los jugadores el “salary cap” que en este momento es para cada equipo de US$182,5 millones. Suma que, repito, solo puede ser gastada en salarios.

Todos los equipos reciben la misma suma y todos pueden contratar la misma cantidad de jugadores (53). Esto exige un trabajo mucho mas dispendioso que “comprar jugadores” y luego pactar salarios pues no existe la posibilidad de gastar sumas anormalmente altas en un solo jugador. Tampoco se puede ahorrar; los equipos deben gastar como mínimo algo así como 90% del total del salary cap y no es fácil trasladar los ahorros de un año a un año posterior.

De seguir la espiral alcista en gasto de unos pocos equipos las ligas europeas se transformarán en un espectáculo diferente para ver al equipo de las estrellas ganarle a prácticamente el resto de sus rivales y esperar uno o dos partidos interesantes en Champions o una nueva superliga.

El fair play financiero de Uefa intentó algo similar, o al menos que los equipos no recibieran cantidades enormes de dinero para lograr alguna paridad en sus torneos, pero ya se ha visto que esto no ha ocurrido y las formas de eludir este control son variadas. Tampoco ha servido este sistema para que equipos como el Barcelona FC no se endeudara de la manera que lo hizo y que lo dejó postrado en una situación francamente lamentable.

En Inglaterra se ha logrado mejorar la posición económica de los equipos chicos con un reparto mas equitativo de los ingresos de televisión, lo que ha implicado que los grandes gasten cada vez mas de manera descontrolada, aún así, esta es, a mi modo de ver la única liga de las 5 grandes medianamente competitiva.

No creo que haya un interés real por las ligas o Uefa de intentar cambiar esta espiral, el sistema de transferencias no ayuda y me parece que lo que esperan no es que haya 15 equipos parejos, sino que lleguen dos o tres millonarios que vuelvan sus clubes colecciones de jugadores costosos para satisfacer sus egos.