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lunes, 21 de octubre de 2019

En el mundo, la innovación ha estado intrínsecamente ligada a la competitividad, los ejemplos palpables de economías sólidas como la estadounidense y la asiática evidencian que a lo largo de la historia el modelo basado en patentar nuevos desarrollos ha sido su pilar fundamental. Para el caso colombiano, la necesidad de crear una cadena de valor en el proceso productivo de generación de invenciones será indispensable hacia la expansión a nuevos mercados. El reto está en pasar del mito al hito.
Y es que a nivel empresarial, Colombia ha dado pasos importantes para consolidar una cultura del valor agregado como el aliado eficaz para satisfacer las necesidades de los consumidores y, de paso, imperante para garantizar su subsistencia. Por esta razón, la innovación debe convertirse en el eje transversal de toda la cadena productiva.

De lo anterior, tres ejemplos que resaltan su rol catalizador para nuestra economía: Medellín como sede global del emprendimiento con el GEC 2016; la situación de las patentes en Colombia que ha mejorado en los últimos cinco años pasando de 150 solicitudes a 321, según el reporte de la Superintendencia de Industria y Comercio (citado por revista Semana); y el informe de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi) que reveló el aumento del 1,7% de las patentes en 2015.

El impulso para esta tendencia debe apalancarse en una serie de mecanismos directamente relacionados con la capacidad de innovar y que dependan directamente de las habilidades y los recursos disponibles, las formas de difusión e implementación de mejoras en las empresas. En pocas palabras: inversión para la investigación, desarrollo e innovación.

Por lo tanto, al interior de las empresas se deben trazar diez estrategias audaces para crear, incubar y materializar los desarrollos tecnológicos en invenciones, capaces de ser patentables o protegibles de alguna forma:

1. Creación de incentivos laborales: promover el talento de los innovadores a través del aseguramiento de condiciones contractuales que favorezcan su permanencia, al igual que incentivos como bonos y concursos que fomenten la creación constante.

2. Diseño de una metodología para la producción de la innovación: la carta de navegación hacia la transformación.

3. Generación de políticas de protección de la innovación a través de la Propiedad Intelectual (patentes, modelos de utilidad, diseños industriales, derechos de autor, información confidencial, secretos empresariales etc.): para lograrlo será necesario clasificar los resultados de esa innovación y decidir su forma de protección.

4. Creación de un modelo de administración de la innovación que incluya indicadores de gestión y calidad.

5. Implementación de un diagnóstico que permita establecer el punto de partida de la innovación y la capacidad de la empresa en esta área.

6. Nombramiento de un responsable que coordine todo el modelo de innovación al interior de la empresa al igual que la designación de un equipo de trabajo que pueda materializar todas las medidas de gestión diseñadas y coordinadas por el responsable.

7. Existencia de un balance anual de las actividades en esta materia, hechas durante un año y recopiladas en un documento escrito que permita tener un histórico sobre las actividades innovadoras, así como también el análisis para el mejoramiento y evolución.

8. Diseño de las mejores prácticas para incubar innovación en la empresa: a través de la experiencia, el ensayo y error junto con la retroalimentación anual de las actividades de innovación cada empresa podrá determinar sus mejores formas para llegar a la creación de la misma.

9. Análisis de las necesidades del mercado con el fin de poder crear propuestas innovadoras: estudio para detectar barreras y las ventajas competitivas para la creación de una solución a través de nuevos productos, servicios y estrategias.

10. Transformación del conocimiento o de la innovación a un producto o servicio que se pueda comercializar en el mercado: la innovación adquiere importancia una vez esta adquiere una forma específica como una patente y es la protección lo que permitirá generar un valor agregado de posicionamiento económico para la organización.