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miércoles, 10 de marzo de 2021

El Gobierno Nacional anunció que presentará una nueva reforma tributaria, la cual buscará, en paralelo, reactivar la economía, enfrentar el déficit presupuestal, estimular el empleo y mantener el grado de inversión de Colombia.

El déficit estimado en $90,5 billones, correspondiente al 8,3% del PIB, según proyecciones del Ministerio de Hacienda y el FMI, nos muestra un escenario que, siendo realistas, logrará recaudar algún ingreso corriente extra para suplir el faltante del gasto público y servicio de la deuda, a costa de unos pocos.

Enfocar la reforma en imponer un nuevo impuesto al patrimonio y aumentar cargas a contribuyentes cumplidos, recetas ya probadas, es el camino errado. Se debería eliminar la tendencia de cazar en el zoológico de contribuyentes que la DIAN tiene identificados, precisamente porque son cumplidos. Me atrevo a formular algunas propuestas para la reforma, evitando caer en la caza del zoológico de los contribuyentes cumplidos:

Establecer la progresividad del impuesto sobre la renta a emprendimientos con tarifas entre 3% y 31%, según nivel de ingresos, fomentaría el crecimiento de los emprendimientos, la generación de empleo y la formalización.

La progresividad en la tarifa respondería mejor a los ciclos del negocio y ampliaría la base de contribuyentes.

Otorgar descuentos tributarios de 30% del salario pagado a nuevos empleados de grupos poblacionales afectados. De esta manera, se fomentaría la generación de empleo y el consumo de bienes y servicios, lo cual tendría un efecto positivo en el recaudo de IVA.

Aumentar la base de contribuyentes personas naturales obligados a presentar declaración de renta. En 2020 tan solo 7% de la población presentó declaración de renta. El umbral para estar obligado a presentar declaración de renta podría reducirse. De esta manera podría aumentarse el recaudo, con una tarifa de renta inicial de 2% en las tarifas progresivas.

Eliminar el impuesto al patrimonio. El recaudo representó 0,64% del total de 2020 y generó que algunos contribuyentes migraran.

Se ha demostrado que el impuesto al patrimonio es inconveniente. En Europa únicamente España lo mantiene. Muchos españoles han migrado a Portugal o Italia gracias a esta medida.

Emisión de bonos a largo plazo para grandes contribuyentes, cuyo principal sea ajustado por inflación anual y que, en vez de pagar rendimientos, les brinde descuentos tributarios por un plazo de 10 o 15 años.

Aunque impopular, se debería insistir en la universalidad del IVA. El IVA representó 22,29% del recaudo de 2020. Sin embargo, para 2019 el costo fiscal de bienes y servicios excluidos, bienes exentos y bienes y servicios gravados a 5% fue de $74.929 billones. La universalización del IVA permitiría pensar en tarifas entre 2% y 14%. Fedesarrollo tiene estimado un impacto macroeconómico sobre esta idea, pero con tarifas diferentes.

La universalización del IVA debería ir de la mano de un mecanismo digital de devolución automática a ciudadanos de menor capacidad contributiva.

En la elaboración y discusión de la nueva reforma tributaria se deberán tener en cuenta las problemáticas actuales y la coyuntura generada por el covid-19 para reducir el déficit fiscal y aumentar el recaudo, pero también para probar nuevas fórmulas que generen resultados diferentes que nos saquen de la eterna tendencia de querer cazar a los contribuyentes cumplidos.