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miércoles, 29 de abril de 2020

Al margen de las disputas entre la Nación y las autoridades locales por el reinicio a labores en tiempos de pandemia, es claro que la batuta burocrática se apodera – aún más – de la seguridad y salud en el trabajo.

Hace poco menos de un año, los estándares mínimos del Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo eran reformados a la baja. Gestión documental aquí, verificación allá, se filtraron ítems por ser barreras para los pequeños empleadores entre otras acciones que llamaron poderosamente la atención de los salubristas; y así seguimos, sin entender la importancia del Sistema de Gestión y ahora enfocados solo en el virus.

Hoy nos enfrentamos al riesgo público de contagio por covid – 19 en medio de un mar de normas de orden público, que adicionalmente se mezclan jerárquicamente y cuyo cumplimiento será verificado por las autoridades locales, antes, durante y a lo largo de lo que nos queda en aprender a convivir con “covid”, que llego para quedarse.

Al respecto algunas recomendaciones para los empleadores.

Las normas de seguridad y salud en el trabajo no se encuentran en cuarentena. No han sido suspendidas ni subrogadas, por lo que la prevención del riesgo de contagio no debe distraerlos. Se requiere armonizar la seguridad y salud en el trabajo, sus estándares mínimos, la política, la evaluación del riesgo y demás fases del ciclo que tradicionalmente se ha gestionado, con las nuevas medidas de bioseguridad, especialmente la matriz legal. Recuerde, la matriz es el mapa que le permite conocer si una norma le es o no aplicable y por ende tener la certeza de que está cumpliendo.

En cuanto a los Elementos de Protección Personal (EPP) y de bioseguridad, conviene evaluar su pertinencia y eficacia. No sea que se incurra un gasto para luego descubrir que no son adecuados para la prevención del contagio del covid -19 o que siéndolo, interfieren con la seguridad en la manipulación de máquinas y herramientas haciendo que el trabajo sea inseguro. En este punto la asesoría de un profesional acreditado puede ser la mejor inversión.

Partamos de la base que los recursos son escasos y que la calidad de los elementos es importante, por ello verificar la ficha técnica antes de adquirir el producto puede ser de gran utilidad, al igual que comparar la norma técnica de los que ya haya adquirido o cumplir con otros elementos de similar calidad cuando no se exija un estándar determinado. Lo barato sale caro y no lo más costoso es lo mejor.

Coordinación del equipo HSEQ (Health, Safety, Environment and Quality). Conviene tener roles específicos no solo para el seguimiento y control en el centro de trabajo sino para articular las medidas nacionales y locales con las normas vigentes y el Sistema de Gestión, con un especial enfoque en el hacer y el verificar, para a su vez y en la medida en que el ritmo normativo lo permita, planear adecuadamente y actuar. Sé que no es el orden del proceso, pero como es circular y las actividades son cíclicas, estos pasos engranan más fácilmente con menor riesgo de incumplimiento a las normas.

En cuanto al transporte, recuerde que si lo provee el empleador, este asume el riesgo laboral por la prevención y se considera que cualquier accidente en itinere, en el recorrido, es accidente de trabajo. Entonces, analice si es posible que sus trabajadores se desplacen de manera segura por sus propios medios y si puede proveer el transporte, no olvide el Plan Estratégico de Seguridad Vial.

Quedan muchas recomendaciones en el tintero, pero vale la pena tener en el radar que la seguridad y la protección del trabajador debe ser el prerrequisito de toda actividad laboral.