Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

viernes, 24 de julio de 2020

Para muchos trabajadores, el sueño de trabajar en casa no terminó siendo lo que esperaban. La hiperconectividad desdibujó completamente las fronteras entre la jornada laboral y los espacios de descanso, al permitir que la información relacionada con el trabajo y la asignación de tareas puedan llegar en cualquier momento.

El tiempo de disponibilidad y la jornada laboral de los trabajadores pasó a extenderse más de lo habitual, desconociéndose su derecho a la desconexión digital.

Como resultado, muchos trabajadores empezaron a experimentar problemas de estrés, migrañas y fatigas. Además, las sobrecargas laborales podrían desencadenar complicaciones cardiovasculares, problemas del sueño y descansos inadecuados.

Está científicamente comprobado que un descanso correcto influye positivamente en nuestra cotidianidad. En ese sentido, un trabajador que no se desconecta de sus labores, pierde concentración, motivación y efectividad, volviéndose menos productivo. De ahí, la importancia de respetar los tiempos de descanso y los espacios familiares, así como también la intimidad del trabajador.

El derecho a la desconexión digital se encuentra regulado en países como Francia, Italia, España y Alemania. En Colombia, la Ley de Teletrabajo previó que los teletrabajadores no podrían ser sometidos a cargas excesivas, debiéndose respetar sus espacios de descanso y su privacidad.

Los recientes lineamientos sobre trabajo en casa impartidos por el Ministerio del Trabajo indican el deber de ceñirse al horario laboral, con el fin de garantizar el derecho a la desconexión digital. Además, existen proyectos de Ley que buscan regular de forma integral este derecho y prohíben el envío de mensajes, correos o llamadas por fuera de la jornada laboral.

En la jurisprudencia, la Corte Suprema reconoció el derecho a percibir los recargos correspondientes por haber laborado horas extras como consecuencia de la subordinación digital.

Por estos motivos, cada vez son más las compañías que buscan adaptarse a las nuevas realidades y regulaciones, sin perder de vista la protección del recurso humano, procurando respetar los tiempos de descanso para proteger la salud de sus colaboradores y mantener su productividad. En ese sentido, prevenir el estrés de los trabajadores se convirtió en el nuevo desafío de las empresas, por lo que comenzaron a establecer entre sus políticas reglas claras para lograr la escisión entre el trabajo y el descanso. La modificación de los reglamentos de trabajo y de los manuales de convivencia laboral, así como la inserción de cláusulas contractuales relativas al trabajo remoto e incluso la creación de protocolos de desconexión digital, son algunos de los medios utilizados.

Estas políticas contemplan el tratamiento de los datos de contacto del trabajador, los horarios de disponibilidad, usos específicos y momentos para la utilización de herramientas provistas por la empresa, geolocalización e intimidad, entre otros aspectos. La adopción de estas medidas beneficia a las empresas en tanto ayudan a sostener la productividad y a prevenir eventuales conflictos laborales.

En este contexto, resulta esencial en estos momentos establecer políticas corporativas que garanticen la desconexión digital de los trabajadores al mismo tiempo que permitan mantener la competitividad en un mundo que, por la velocidad de las comunicaciones, exige respuestas inmediatas.