Con un Cristo Negro, las Farc pidieron perdón a la comunidad de Bojayá

"Sabemos que el perdón es un asunto íntimo de la conciencia humana, que solo es dable en su absoluta dimensión salvadora y sanadora, si media la sinceridad y el arrepentimiento verdadero, que son dos poderosas razones que nos impulsan para tender nuestras manos de reconciliación al pueblo de Bojayá y hacia todas las personas de estas tierras de esperanza, a quienes pudiéramos haber ofendido de palabra, obra o pensamiento", dijo el jefe de la delegación de paz de las Farc, Iván Márquez. 

El acto de perdón se enmarca entre los compromisos adquiridos el pasado 6 de diciembre y se realizó en una iglesia con presencia del Comité de Derechos Humanos de Bojayá, delegados de Cuba y Noruega, líderes comunitarios de la región y el alto comisionado Sergio Jaramillo. 

"Al llegar hasta aquí -continuó Márquez-, con la ofrenda del Cristo Negro de Bojayá, construido por el maestro Enrique Angulo, uno de los más grandes escultores de Cuba, con tanto esmero y devoción, lo hacemos para rendir el más sentido homenaje, más que merecido, a un pueblo sufrido y emprendedor; Y lo hacemos con el convencimiento de que es necesario mantener siempre presentes a las personas queridas que nos quitó la guerra". 

El Cristo negro mide 2,45 metros de altura y su escultor llegó hace un mes desde La Habana a la vereda La Loma, para trabajar la obra con madera del río Atrato. 

“Cuando ellos (las Farc) me transmitieron la idea me impresionó mucho esa historia. Por eso este Cristo tiene las heridas más profundas”, dijo Enrique Angulo. 

Por su parte el alto comisionado, Sergio Jaramilo, señaló: "Yo quiero hacer un reconocimiento a las palabras de las FARC, a las que el Gobierno Nacional le da el más alto valor. Creemos que es exactamente esto lo que debe ocurrir en este momento y como acordamos también en la reunión con el comité habrá un acto posterior en Bellavista".