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  • Carlos Eduardo González

lunes, 24 de julio de 2017

El Banco Agrario le delegó a Estraval funciones esenciales.

La Contraloría General de la República encontró un detrimento patrimonial de $19.660 millones en un contrato de compra de cartera de libranza a descuento celebrado por al Banco Agrario y Estraval.

En dicha operación, la entidad financiera estatal adquirió $24.126 millones en créditos de libranza no vencida, originados por varias cooperativas, a Estraval. Esta suma corresponde a 5.359 libranzas.

Según identificó el ente de control, el Banco Agrario “le delegó a Estraval funciones esenciales, como lo eran la administración, el cobro y el recaudo de dicha cartera”.

Por esto, se evidenció que el Banco no cumplió con su Manual de Políticas de Crédito, el cual exige que “el vendedor de cartera se encontrara legalmente constituido y tuviera experiencia mínima de 3 años en la originación de libranzas”, entre otros temas, que iban en contra de las disposiciones de la Superintendencia Financiera, en cuanto a que quien compra la cartera debe “conocer y tener debidamente documentadas las políticas y procedimientos de crédito del originador en cada uno de los procesos”.

En el proceso liquidador de la firma, el Banco solicitó que se le reconociera como acreedor y afectado; sin embargo, no fue reconocido, por lo que no se podrían recuperar los $19.666 millones mencionados.

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