El plato de almuerzo de los $1.000

Frente a la necesidad de generar las condiciones para facilitar el desarrollo económico nacional y regional, otras dos de mis preocupaciones centrales tienen que ver con el cuidado y la sostenibilidad ambiental, así como el desarrollo social, llámese bienestar colectivo.

Ahora, como parte de la plataforma legislativa que propongo a los colombianos para aspirar a un nuevo período en el Senado, tengo dos iniciativas de alto impacto en grandes franjas de la población, una agobiada por la precariedad de los ingresos y otra afectada por el desempleo y la informalidad.

Son proyectos prácticos que en consenso con el Gobierno Nacional no deben tener inconvenientes para ser aprobados en el Congreso de la República.

El buen plato o el almuerzo de los $1.000 se trata del establecimiento en el país de una red de restaurantes populares con comidas equilibradas y de calidad, a precio mínimo. El objetivo es garantizar que la población de bajos ingresos pueda contar con el suministro de comidas sabrosas y nutritivas, en una composición de arroz, frijoles, harina de mandioca o yuca, ensaladas, carnes, verduras, zumo, fruta y pan. Todo a costo módico. Es lo que he llamado el buen plato o el almuerzo de los $1.000.

En Colombia podríamos pensar en una estructura o red con 40 restaurantes instalados en Bogotá y otros grupos ubicados en las ciudades capitales, los municipios de los Áreas Metropolitanas existentes y algunos municipios en las áreas de influencia de operaciones minero energéticas. Podemos hablar de unos $100.000 a $120.000 almuerzos servidos a diario, para comenzar.

Hablamos de unos almuerzos nutritivos y completos por solo $1.000. La población de bajos ingresos, los trabajadores que no tienen tiempo de ir al mediodía a sus casas, los ancianos y otros grupos de población en situación de vulnerabilidad social. Los niños menores de 6 años, en alianza con los programas de primera infancia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, no pagarían por este tipo de almuerzos.

Con el fin de hacer factible la iniciativa, el Gobierno Nacional debe facilitar la infraestructura para la instalación de los restaurantes y el pago de una subvención que viabilice el cálculo de los costos del almuerzo. Las alcaldías tendrían que hacer una contribución financiera para ayudar al funcionamiento de los restaurantes en su jurisdicción. Para la organización y administración de los restaurantes se pensaría en Organismos No Gubernamentales, ONGs, con tales fines.

La vía rápida del empleo
Complementario al esfuerzo que ya realizan otras instituciones del Estado en el país, queremos promover una cadena nacional de cursos básicos para mejorar la cualificación profesional de acuerdo con las demandas regionales.

La idea es capacitar de forma gratuita, a la población que se encuentra en la búsqueda de una oportunidad en el mercado de trabajo o para aquellos que quieran tener su propio negocio.

Pueden beneficiarse las personas con más de 18 años de edad alfabetizadas. Se dará prioridad a los candidatos desempleados, mayores, personas con bajo nivel de educación, las mujeres cabezas de familia y quienes tienen grandes cargas familiares o presentan alguna discapacidad.

El programa estará en capacidad de ofrecer más de 150 formas de cursos gratuitos, con una duración de hasta tres meses, en las áreas de construcción civil, el comercio, los servicios, la industria y el transporte, dependiendo del tipo de ocupación.

Las clases se impartirán de Lunes a Viernes (y pueden extenderse a Sábado), en las unidades de Internet Gratis, que se encuentran en las ciudades capitales y los municipios de Áreas Metropolitanas, en una primera fase de ejecución. Las clases también se podrán cumplir en las escuelas técnicas y los institutos de tecnología del Estado, entre otros establecimientos.

Estamos hablando así de dos iniciativas trascendentales para el beneficio social, que contribuyen a construir oportunidades dentro del propósito de contar con un mejor capital humano en el país y sus regiones.