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martes, 27 de marzo de 2018

Los malos resultados de un equipo de fútbol, bien sea de la Selección o de un equipo profesional tienen consecuencias jurídicas importantes que comentaré a continuación.

Todos sabemos que “Chile lo verá por televisión” en referencia a la eliminación del próximo mundial en Rusia, este equipo dio bastante de que hablar en temas jurídicos, con presencia en el Tribunal Arbitral del Deporte y una amenaza, también jurídica, luego de un supuesto amaño del partido entre Colombia y Perú de acudir a Fifa. Terminado todo este último sainete, ya quedó más que claro que esta selección no irá al mundial, pues bien, en la fecha Fifa que en estos momentos se está jugando Chile jugó contra Suecia y hoy en la tarde lo hará contra Dinamarca, partidos interesantes que le sirven al Colombiano Reinaldo Rueda para empezar a formar un equipo de cara a las próximas eliminatorias.

Nada especial, salvo la renuncia de Claudio Bravo a participar en la selección de su país, jurídicamente esto no es posible, lo jugadores deben acudir al llamado de sus selecciones así estos consideren que el ciclo está acabado o que no tienen deseos de formar parte de esta selección. El reglamento Fifa que trata el tema es totalmente claro al decir: “por regla general, todo jugador inscrito en un club se obliga a responder afirmativamente a la convocatoria para formar parte de uno de los equipos representativos de la asociación del país cuya nacionalidad ostenta”, de manera que la conducta del arquero no es admisible, más complejo es el problema pues quien podría recibir sanciones no es el jugador sino el club empleador, en ese caso el Manchester City. Ya ha habido casos similares, el jugador Claude Makelele, debió acudir, a pesar de su disgusto, a su selección después de una muy mala participación en el mundial de Sudáfrica.

Otra renuncia se presentó este fin de semana con el jugador Carmelo Valencia del América, en este caso la situación es bien diferente, el América, su equipo empleador viene de capa caída en temas deportivos, la afición está descontenta por esta situación, se habla de jugadores que “se paran”, de manera alegre sin ninguna evidencia y claro, los energúmenos de siempre no tienen mejor opción que amenazar de muerte a los jugadores. El señor Valencia, en este caso presentó la renuncia aduciendo a problemas de seguridad, amenazas que en un país como Colombia no pueden ser ignoradas. En fútbol profesional, también por regla general lo jugadores no renuncian, la denominada Estabilidad Contractual indica que los contratos de trabajo de estos deportistas solo pueden ser terminados por vencimiento del término o por mutuo acuerdo, es decir la posibilidad de cambiar de club simplemente por una mejor oferta salarial no resulta admisible en el fútbol. En el caso de Valencia existe una clara justa causa para dar por terminado el contrato de trabajo y creería que el jugador, salvo que no puede jugar durante lo que resta de semestre, no tendrá ni él ni su nuevo equipo problemas económicos o deportivos pues la renuncia no obedece a un capricho del jugador.

El esquema laboral en los equipos profesionales de fútbol tiene algunas particularidades que deben ser analizadas con detenimiento, la estabilidad contractual es la base de todo el régimen de transferencias, que debe ser observada y que gracias a esta se realizan las transferencias astronómicas de jugadores.

Esperemos que Carmelo supere sus problemas de seguridad y el América mejore en la tabla para evitar nuevos inconvenientes como el ocurrido.