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domingo, 3 de mayo de 2015

Bajo esa premisa los abogados tenemos que apostar por reforzar una serie de habilidades y competencias donde no solo salgamos fortalecidos como colectivo, sino también que podamos unir esfuerzos para favorecer un paradigma distinto en materia de convivencia en el que impere, menos violencia, más solidaridad y respeto por las diferencias.

El reto no es minúsculo pero en la actualidad tenemos un nuevo aliado: Internet. Este en definitiva ha cambiado la forma de relacionarnos y a su vez ha incidido en el ejercicio profesional del derecho. Entonces ¿cuál es el paso a seguir para capitalizar la realidad digital a  nivel jurídico? La respuesta básica es apostar en la construcción y consolidación de una  identidad digital, con la cual bajo una adecuada planeación estratégica se podrán gestionar verdaderos cambios; privilegiando ante todo la razón de ser de la profesión: la vocación de  servicio.

Ahora bien la gran incógnita es: primero, comprender el porque es una necesidad y no una moda, pues bien todos, así algunos se rehusen, tenemos una huella digital y con clientes-usuarios cada vez más informados y con una multitud de ofertas a nivel jurídico, es mejor apostar por la unidad, coherencia y consistencia en ambas dimensiones on-off y con ello poder incrementar la valía como actor entre el resto de operadores jurídicos. Entonces ¿qué instrumento y acciones permitirán asumir un liderazgo en la materia? Un camino que aún es  bastante desconocido en Colombia, pero no lo es tanto en otras latitudes es el marketing  jurídico. La prevención inicial es asociar marketing con ventas, error, el marketing a nivel  jurídico no remplaza en absoluto ni resta protagonismo al núcleo esencial del ejercicio del derecho, lo que hace es robustecerlo en tanto que se refuerzan una serie de acciones e instrumentos siempre a favor del cliente y la excelencia en el servicio. 

El ABC en marketing jurídico se puede reseñar como: Poner la tecnología a nuestro servicio y con ello se podrá favorecer los procesos, adquirir mayor conocimiento acerca del funcionamiento del negocio y permitirá estrechar aún más los lazos de empatía y confianza con nuestros clientes.

Ante esta oportunidad lo que debemos que tener presente es que el perfil del abogado en la actualidad comprende una visión multidisciplinar, pues el marketing jurídico es un nuevo compañero de viaje, pero él por sí sólo no será el único factor diferenciador como abogados 3.0 puesto que se han de integrar disciplinas como el branding, el management jurídico y sobre todo empezar apostar por la especialización en esta área.

Desde jóvenes abogados en movimiento Colombia (JAM COL) estamos comprometidos en favorecer espacios de especialización para que los abogados en Colombia encuentren  herramientas que se adapten a una realidad cambiante que es irreversible: la realidad digital. Al final no es sólo tener abogados 3.0 sino lo que también nos interesa es reforzar, acompañar y apostar por generar espacios donde converja el compromiso por tener un colectivo unido, con ilusión y proclive a formar líderes con responsabilidad social y que su influencia no sólo sea local sino que tenga una vocación global. 

En suma, retomar el lugar que nos corresponde en la sociedad asumiendo un liderazgo responsable, ético y con un gran compromiso social no lo vamos a construir solos. Es por eso que hacemos un llamado a otras profesiones para que juntos seamos más fuertes y mejores pues parte de ese compromiso ya se encuentra en marcha; en breve tendremos el primer encuentro de mujeres abogadas en Bogotá donde vamos ir consolidando esa senda de cambio al que nos hemos comprometido.

yes we jam