• Colprensa

miércoles, 20 de julio de 2016

Lizcano fue elegido en la noche de este miércoles como el nuevo Presidente del Senado, función que le permite también ser a la vez, por mandato constitucional, Presidente del Congreso de la República.

“Colombianos: yo perdono a las FARC, advierto en ello, desde luego, que el perdón no inhibe el ejercicio de la justicia”, sostuvo el dirigente, quien manifestó además que “el perdón es una virtud para construir sociedades nuevas. La reconciliación rompe el espiral de violencia intergeneracional y por eso, mi familia y yo, hemos otorgado el valor gratuito del perdón a nuestros victimarios, pues de no hacerlo, seguiríamos atados a las cadenas del secuestro”.

Insistió en su discurso de posesión que trabajará por lograr la reconciliación tanto en el Congreso con todas las fuerzas a su interior, como entre todos los colombianos. “El perdón no debe ser normativo, no es el Estado el que perdona, el perdón debe mantener su carácter excepcional e individual, porque, precisamente, para adquirir el carácter de perdón, se debe perdonar lo imperdonable”, planteó.

“Me corresponde asumir en este momento histórico la Presidencia del Congreso de la República y asumiré el reto y las responsabilidades que me ha entregado el pueblo colombiano. El sello de mi paso por la Presidencia del Congreso será el trabajo incansable por la reconciliación de Colombia”, declaró.

También, en su condición de víctima, destacó a este grupo de los colombianos, “con respeto y profunda solidaridad exalto el valor de las miles de víctimas que ha dejado esta cruel guerra. Las víctimas se debatían entre la dificultad para hablar, la necesidad de contar y el miedo a no ser escuchadas. El temor a que no les creyeran. Hoy es otro momento para ellas. El país las escucha, las cree y las protege”.

Manifestó que será complejo construir una sociedad en paz, educada y equitativa, porque está en medio de una polarización muy fuerte. “Hago un llamado puntual a los líderes de los partidos, de los gremios, de los sindicatos, de las organizaciones sociales, ahora que estamos en la antesala de la paz”, aseveró.

Insistió en que “es hora de poner fin a los odios entre nosotros. A las rencillas entre quienes estamos del mismo lado. Señores dirigentes: pongamos nuestras miradas en metas de progreso, de desarrollo. Hagamos una sinergia entre sociedad y Estado para que nuestros jóvenes no vayan ni a la guerra, ni a las drogas. Para que disfruten de sus familias, para que vayan a las universidades. Esa es nuestra responsabilidad”.

Frente a la agenda legislativa que se deberá tramitar, señaló que será el Congreso de la República quien dé seguridad jurídica a los acuerdos de La Habana y que haga las reformas para la paz y eso habla bien del Congreso, de la democracia y del país.

También anunció que deberán tramitar otras iniciativas como la reforma tributaria, de la cual sostuvo que deberá ser “amigable con la inversión privada y que no sacrifique a la empresa como unidad generadora de empleo en nuestra sociedad. Que simplifique el sistema tributario”.

Lizcano además se apartó de la idea que plantean en algunos sectores del Congreso de tramitar una nueva asamblea constituyente. “Les digo a los colombianos que una Constituyente en estos momentos es un salto al vacío. Sabemos dónde comienza, pero no dónde termina. Además, no entiendo cómo podría darse un debate de esta naturaleza en medio de la implementación de los acuerdos de paz y en la antesala de una campaña presidencial que se avecina. Una Asamblea Constituyente en estos momentos, además, traería incertidumbre económica”.

En tal sentido invitó a  las Cortes a un diálogo franco y sincero para llegar a los acuerdos realmente importantes, como la reforma a la justicia y otros temas de interés nacional.

El perfil

Tiene 39 años, y será el Presidente del Congreso más joven de la historia de Colombia. Abogado de la Universidad del Rosario, con cursos en Administración de Empresas y Tecnología en Cambridge Business College, y un programa de verano de Estudios de Instituciones de Occidente en Phoenix Institute en la Universidad de Notre Dame. También cursó el Programa de Alto Gobierno en la Universidad de Los Andes. Especialización en Gobierno y Asuntos Públicos del Externado.