Desmantelada red de trata de mujeres con nexos en Colombia y Europa

Investigaciones adelantadas por la Fiscalía General de la Nación, en coordinación con Europol y otras autoridades europeas, permitieron descubrir en las últimas horas una red transnacional dedicada a la trata de mujeres, bajo el engaño de falsas ofertas laborales.

Las víctimas eran captadas en Medellín (Antioquia) y Cali (Valle del Cauca), y luego convencidas de viajar a países como Malta, Croacia, Montenegro y Albania, donde eran explotadas sexualmente.

En Colombia, la red facilitaba a las mujeres los trámites de documentación, tiquetes aéreos y dinero para cubrir los gastos del viaje. Una vez en el país de destino, los miembros de la organización les retenían los pasaportes y las obligaban a desplazarse por distintas ciudades para ejercer actividades sexuales, como forma de pagar la “deuda” contraída por el viaje, el hospedaje, la alimentación y supuestas multas que llegaban hasta los US$4.600.

Las denuncias recogidas hasta ahora revelan que varias de las víctimas fueron sometidas a maltratos físicos y psicológicos, incomunicadas y amenazadas para evitar que reportaran lo sucedido.

Como resultado de las investigaciones y con base en el material probatorio recolectado, fueron capturadas nueve personas presuntamente involucradas en esta red criminal:
Lukas Giraldo Betancur, Óscar Arbey Ospina Ocampo, Mario Augusto Giraldo Hernández, Natalia Jaramillo Holguín, María Camila Correa Muñoz, María Paulina Restrepo Benítez, Diana Jaidivy Hernández Álvarez, Michell Dahiana Gaviria Ramírez y Grecia Alejandra Duarte Guzmán.

Fiscales de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, junto con la Seccional Medellín, los presentaron ante jueces de control de garantías. Según su grado de participación, se les imputaron los delitos de concierto para delinquir, trata de personas y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.

Las investigaciones apuntan a que Lukas Giraldo Betancur sería el cabecilla del grupo, responsable de financiar la obtención de pasaportes, visas, tiquetes y hospedajes. Se habría aprovechado de su doble nacionalidad y residencia en Europa para elaborar cartas de invitación que facilitaran el ingreso de las víctimas a países como Malta y Croacia.

Por su parte, Natalia Jaramillo Holguín habría usado una agencia de viajes en Pereira (Risaralda) para gestionar los tiquetes de las víctimas. Los demás capturados habrían cumplido funciones relacionadas con el contacto inicial con las jóvenes, la logística de los desplazamientos y otros trámites necesarios para ejecutar los traslados.