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  • Expansión - Madrid

viernes, 14 de junio de 2019

La firma se destaca como una de las principales en el sector

Los directivos se muestran optimistas sobre la evolución de la economía española, pero creen necesarias más reformas. Reclaman al próximo Gobierno que fije un sistema tributario más sencillo y previsible.

"No estamos ante una situación dramática". Ni siquiera, ante una recesión. Alberto Estrelles y Francisco Uría, socio director y socio principal de KPMG Abogados, son rotundos a la hora de hablar del presente y del futuro de la economía española. Lanzan un mensaje optimista. Las estadísticas que manejan no dejan lugar a dudas: siete de cada diez empresas esperan crecer este año, según el informe Perspectivas España 2019, elaborado por KPMG con la colaboración de la CEOE.

Uría reconoce que "la crisis ha sido muy dura, pero en algunos sectores se ha logrado llevar a cabo una reestructuración importante y, hoy en día, estamos mejor preparados de lo que estábamos antes". En su opinión, "el crecimiento se mantiene, aunque es cierto que existen dificultades internacionales que le restan brillo". Estrelles enumera unas cuantas: Brexit, tensiones geopolíticas, la desaceleración de la economía china y la de la UE. Pero a la hora de referirse a España, son optimistas e insisten en alejar los fantasmas de quienes pronostican que estamos ante una nueva crisis inminente. "Se habla de una desaceleración global, pero en ningún caso es lo mismo que una recesión", apunta Uría.

Aun así, hay retos encima de la mesa. Estrelles reconoce que "en un entorno postelectoral, siempre existe incertidumbre", aunque tiene claras cuáles deben ser las prioridades del próximo Gobierno. El directivo considera urgente plantear reformas estructurales, tanto en materia de educación, como en pensiones o fomentar la innovación. "Abordar el paro juvenil" no acepta más demoras. Hace hincapié en que "es fundamental que en España haya seguridad jurídica, es decir, un marco regulatorio estable que atraiga y mantenga la inversión".

El socio principal de KPMG Abogados va un paso más allá al apuntar que "el Gobierno debe interiorizar que no sólo las empresas compiten entre ellas, sino que también lo hacen los entornos regulatorios" de los países y, por tanto, "es necesario impulsar la competitividad global de las empresas", creando ecosistemas legales predecibles y seguros. Eso no sólo servirá para atraer inversión internacional, sino también para ayudar a que las pymes ganen tamaño y sigan creciendo fuera de sus fronteras naturales.

Y, en este sentido, los impuestos juegan un papel determinante. Los dos directivos coinciden al advertir de que "la agenda fiscal no puede restar competitividad a las empresas". Una de las tareas del próximo Gobierno será fijar la hoja de ruta en el plano tributario.

Alberto Estrelles aclara que "las empresas sólo buscan que se tenga en cuenta la carga administrativa que soportan y que ésta se simplifique". Explica que "no se trata tanto de crear o eliminar impuestos", sino de reducir los trámites y hacer que el sistema fiscal sea más sencillo.

Para Francisco Uría, la clave está en que "la interpretación de las normas sea previsible para la empresa y no acabe en una controversia fiscal", donde finalmente se produzca un cambio de criterio que, por ejemplo, obligue a la compañía a revisar los números de una inversión que ya ha realizado. Se trata de hablar de "seguridad jurídica entendida como previsibilidad" en la aplicación de la normativa.

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