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miércoles, 12 de agosto de 2020

El pleito, que tiene aspiraciones económicas por $9,9 billones, revivió el debate sobre la conveniencia de que los togados litiguen

Hace algunas semanas Carlos Bernal Pulido, entonces magistrado de la Corte Constitucional, sorprendió al presentar su renuncia al alto tribunal alegando que se dedicaría a la academia en una universidad en Ohio (Estados Unidos).

Por eso llamó la atención que el exmagistrado ahora figura entre los abogados que representarán a EPM en las acciones legales contra los consorcios constructores, diseñadores, interventores y aseguradores del proyecto hidroeléctrico Hidroituango. Las pretenciones económicas del pleito ascienden a $9,9 billones, según informó la empresa.

La decisión ha generado sorpresa y malestar, pues en varios círculos se ha insinuado que podría existir un conflicto de intereses y resaltaron la importancia de que los magistrados se mantengan alejados de los litigios tras su retiro de las altas cortes. De hecho, está circulando una columna opinión escrita por el mismo Bernal en 2015 en Ámbito Jurídico, en la que, entre otras, hace dos sugerencias para enaltecer el talante ético de los magistrado: "introducir una prohibición de litigar tras el ejercicio de la magistratura y establecer un intenso escrutinio ético en el proceso de selección".

A Bernal, que había llegado al cargo en mayo de 2017 y era considerado el magistrado más conservador de la Corte Constitucional, todavía le faltaban cinco años para terminar su periodo como togado.

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