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miércoles, 4 de noviembre de 2020

El hecho delictivo fue frenar un proceso, al parecer, contra el empresario Luis Gonzalo Gallo Restrepo, en febrero de 2014

La Fiscalía General de la Nación acusó formalmente al general en retiro Rodolfo Palomino por un supuesto tráfico de influencias de servidor público. El delito del que se le acusa se refiere específicamente por querer frenar un proceso, al parecer, contra el empresario Luis Gonzalo Gallo Restrepo, en febrero de 2014.

Esta acusación se dio luego de que la Fiscalía presentara ante la Corte Suprema una grabación que comprometería al general con los hechos que se le acusa. El audio presentado se grabó en febrero de 2014 por la fiscal Sonia Lucero Velázquez, reconocida como víctima en este proceso pues da cuenta como fue hostigada por el general para que no siguiera con la orden de captura contra el empresario y otras trece personas por presunto lavado de dinero.

Según contó la fiscal, para la época de los hechos, recibió una visita del general (r) Palomino en su casa, donde guardaba todo su trabajo. Según la grabación que se reveló y fue leída en medio de la audiencia de acusación, Palomino habría pedido a la fiscal “dejar eso por un tiempo” porque sería un escándalo, dado a que el empresario supuestamente se ‘codeaba’ con personajes influyentes de la vida publica y nacional.

"Dentro de este listado, que son como 14 personas en el tema de lavado en el Quindío, cuando uno ve una obra de este personaje uno dice: “Gallo Restrepo?” pues no, uno se sorprende. Yo quiero convencerla a usted de una propuesta, y de ser, espero que no sea calificada como una propuesta indecente; qué tal si dejamos eso por un tiempo”, dijo la fiscal del caso al leer la grabación.

Mas adelante, la fiscal leyó “donde esa persona (Gallo Restrepo) se ha estado moviendo. Un amigo personal de Pastrana, amigo personal del presidente del Banco Mundial, eso tendría una connotación enormemente grave”.

Para la defensa del general (r), el abogado Isnardo Gómez, esa prueba no tendría suficiente validez dado a que supuestamente no se “descubrió” adecuadamente el celular con el cual fue grabada la conversación.

En medio de la audiencia de acusación contra Palomino, la Corte aceptó como víctima a esa fiscal porque la presencia del uniformado en su vivienda pudo generar “intimidación y afectaciones”.

“La presencia considera razonable que la presencia del acusado en la residencia de Velásquez haya generado en ella y en su familia un sentimiento de intimidación. Porque la visita era de ineludible atención dado el reconocimiento del cargo que el procesado ostentaba para la época”, dijo el magistrado Jorge Caldas.

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