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  • Natalia Arteaga

jueves, 13 de marzo de 2014

La notoriedad en el mercado colombiano de Bubbaloo, marca de Kraft Foods Global Brands LLC, fue la principal causa por la que la Superintendencia de Industria y Comercio negó en segunda instancia el registro a Ricolino Bubulubu, marca solicitada por el Grupo Bimbo S.A.B de C.V. en septiembre de 2011.

El fallo del ente está fundamentado en el artículo 136 de la decisión 486, que explica que no podrá registrarse como marca los signos que constituyan una reproducción o imitación de una marca distintiva que goza de reconocimiento en el país.

La protección al consumidor también jugó un papel fundamental en la decisión, pues pretende evitar que el consumidor se confunda y compre ambos productos convencido de que la procedencia industrial es la misma. Lo último también podría comprometer la calidad y el prestigio del producto que goza de notoriedad en el mercado.

La empresa panificadora de con casa matriz en México pretendía registrar sus malvaviscos recubiertos de chocolate en la clase 30 de la clasificación internacional de Niza, misma categoría en la que se encuentra actualmente la goma de mascar Bubbaloo. La clase comprende productos de azúcar, harina, almendras y otros de consumo diario, lo que podría hacer más sensible la confusión en el comprador.

En el recurso de oposición presentado por la firma jurídica José Lloreda Abogados & Co, apoderados de Kraft Foods, explica que por la similitud entre los signos de ambas marcas, estas no podrían coexistir pacíficamente en Colombia; y al aceptar el segundo registro se podría estar incurriendo en el aprovechamiento del nombre que con años de trabajo y trayectoria ha conseguido la empresa Kraft Foods. El documento es puntual al señalar que las semejanzas ortográficas y fonéticas entre el signo registrado y la segunda frase de la marca de Bimbo, Bubulubu, donde únicamente se reemplaza la ‘a’ por la ‘u’ en la segunda sílaba de la última palabra del nombre del malvavisco recubierto con chocolate, no le da suficiente notoriedad y distintividad, con lo que se podría aprovechar comercialmente del éxito de Bubbalo, que es una marca notoria. Ante esta afirmación, la firma Estrategia Jurídica, en representación de Bimbo, pidió en su apelación que la marca Bubbalo probara su notoriedad, con la que se oponía al registro que quería conseguir su cliente. Respondiendo a ello, Kraft Foods, presentó un informe financiero ante la SIC donde sustentaba lo que la organización de alimentos habían invertido en publicidad entre 2010 y 2011 como prueba de las implicaciones económicas que había asumido para lograr posicionar la marca nacionalmente.

Según Laura Rojas, abogada especialista en marcas, patentes y competencia desleal, que entre la símbolos ortográficos de las marcas sí se encuentra mucha similitud y eso, sin duda, crearía confusión en el mercado.

“Que Kraft haya probado la notoriedad de la marca, le da el derecho de pelear por la protección de sus intereses. El fallo de la SIC, es acertado en tanto que tiene que velar por los intereses de la marca reconocida”. María Victoria Liebbe, abogada en ese momento de la organización Estrategia Jurídica, quien representara a Bimbo, dijo que el grupo líder en panificación tiene registrada la marca ‘Ricolino Bubulubu’ en México y lo que pretendían era reforzarla en territorio nacional.

Aseguró además que la SIC, había advertido sobre una marca de Medellín llamada ‘Ricolino’ que también podría presentar oposición y por tanto decidieron no llevar el caso ante el Consejo de Estado.

La Opinión

Laura Rojas
Abogada especialista en marcas, patentes y competencia desleal

“Que Kraft Foods Global Brand LLC haya probado la notoriedad de la marca, le da derecho a pelear por la protección de sus intereses. El fallo de la SIC, es acertado en tanto que tiene que velar por los intereses de la marca reconocida”.

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