Michelin no logra el registro de su marca Mars porque hay un signo con ese nombre

En junio del año pasado la sociedad Compagnie Generale des Etablissements Michelin solicitó el registro de la marca Mars para distinguir productos de la clase 9 de la nomenclatura internacional de Niza.

Aun sin haberse presentado oposiciones por parte de terceros, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) realizó el examen de registrabilidad, tal como lo indica la decisión 486 de la Comunidad Andina, según la cual “a la Oficina Nacional Competente le corresponde realizar el estudio de registrabilidad, el que es obligatorio y debe llevarse a cabo aún en el caso de que no hubiesen sido presentadas oposiciones; en consecuencia, la Autoridad Competente en ningún caso queda eximida de realizar el examen de fondo para conceder o negar el registro”.

En la búsqueda encontró la existencia del registro marcario de la empresa Motors & Armatures Inc. bajo la expresión Mars.

Este nombre es el acrónimo que usa esta firma estadounidense para identificarse en el mercado como sociedad proveedora de piezas y equipos de refrigeración.

En el análisis de la Dirección de Asuntos Distintivos de la SIC se expuso que “el signo solicitado reproduce totalmente la estructura gramatical de la marca sin que la presentación del diseño gráfico permita establecer una clara diferenciación entre los signos en conflicto, dada la fortaleza del componente común en ambos signos”.

De este hallazgo, la SIC expone que el riesgo para los consumidores no sólo es alto, sino que las marcas, al pertenecer a la misma clasificación de Niza “el signo solicitado pretende identificar productos que no solo pertenecen a la misma clase, sino que se identifican plenamente con los mismo, pues pertenecen a la categoría de aparatos e instrumentos eléctricos e informáticos y por tanto comparten el mismo objetivo y finalidad”.

A estos argumentos, la Superintendencia explica que estos productos y servicios serán distribuidos y comercializados por los mismos canales de comunicación, lo que acrecienta el riesgo de confusión para los usuarios.

De esta manera, el último día de noviembre de 2012 decide negar el registro y otorgar, como la norma lo manda, la posibilidad de presentar un recurso de apelación.

En enero de este año, los apoderados de la firma francesa presentaron la apelación ante el delegado para la Propiedad Industrial.

Entre las afirmaciones expuestas para negar la decisión de primera instancia y conceder el registro marcario, la firma Baker & McKenzie afirma que los productos solicitados son sumamente específicos y limitados a programas de ordenador o software con una destinación igualmente específica, la cual es la gestión de puntos de venta de neumáticos y de otros servicios relacionados con el mantenimiento del automóvil. Es decir, que aun perteneciendo a la misma clase de Niza, no determina por sí solo que exista conexión competitiva entre los productos.

En cambio, “los productos que distingue la marca Mars están todos enfocados en productos para el control de la temperatura, por lo que se concluye con facilidad e inmediatez que ellos no guardan ningún tipo de relación con los productos que distingue la marca solicitada por mi representada (...) suplen una necesidad altamente especializada (...) los cuales bajo ninguna circunstancia y por su misma naturaleza, pueden ser reemplazados los productos que distingue la marca registrada y viceversa”, dijo la firma.

Michelin en Colombia
Si bien en junio de este año el fabricante francés de neumáticos dejó de producirlos en sus sedes colombianas, sí sigue comercializándolos en el país. La firma francesa tuvo que cerrar sus fábricas en Cali y Chusacá.

Para ese entonces, la compañía emitió un comunicado a la opinión pública en el cual aseguran que “a pesar de haber realizado importantes esfuerzos durante los últimos años para mantener la operación industrial de Icollantas SA, el Grupo Michelin, accionista mayoritario de la misma, tomó la decisión de cerrar su actividad industrial en Colombia”. Mas no la comercial.