Reforma constitucional de la paz pasó primera gran prueba

En esta ocasión las mayorías se volvieron a consolidar y las críticas se quedaron nuevamente en el uribismo, mientras que el Polo Democrático se volvió a marginar de la discusión, porque en su criterio estas normas se deben pactar entre Gobierno y Farc en la mesa. 

La solución llegó luego de que una subcomisión, que se reunió la semana pasada, entregara un informe sobre las modificaciones pactadas para el articulado. La principal fue volverle a dar mayor juego a todo el Congreso en el trámite de las reformas que se discutirán durante el tiempo en que funcionará este mecanismo especial. 

En ese sentido, la plenaria acordó retirar la facultades que se le daban al Presidente de la República para que nombrara, con voz y sin voto, en la comisión legislativa especial a miembros distintos del congreso, como los congresistas. 

Se aprobó igualmente que las reformas que lleguen, bien sean por leyes o enmiendas constitucionales, podrán ser aprobadas o negadas por las plenarias del Senado y la Cámara, a las cuales se les devolvió la posibilidad de proponer nuevas normas. 

Este punto fue especialmente criticado por el Centro Democrático, por considerar que esta reforma constitucional está yendo en contra de lo que ordena la Constitución, como darle la posibilidad al Congreso de tramitar sin imposiciones del gobierno estas reformas. 

Se incluyó un cambio adicional y es que de la comisión legislativa especial podrán hacer parte miembros de otras comisiones, más no sólo de las comisiones primera que era como estaba planteado. 

De la misma forma se incluyó en lo aprobado que la Corte Constitucional hará un control previo al acto legislativo, eso había sido aprobado en la Comisión I como una forma de dar más garantías al alcance de la reforma. 

Pasó también, y con 62 votos, el artículo que le da facultades especiales al presidente de la República para la expedición directa, mediante decretos con fuerza de ley, algunas normas que no envíe al Congreso. 

Una norma que se incluyó en lo concerniente a las facultades especiales es que no se podrán usar para expedir normas económicas o de orden tributario como impuestos. 

Respecto al artículo tercero que crea una figura constitucional para garantizar los recursos en dinero para los acuerdos de paz, se precisó que esas partidas saldrán del plan nacional de desarrollo, que en promedio serían cinco es decir 20 años, pero la plata no saldrá de las regalías sino del presupuesto general de la nación. 

La discusión de la reforma en un momento generó un enfrentamiento entre las senadoras Claudia López y Sofía Gaviria. La primera señaló que la reforma lo que está es permitiendo que los colombianos voten libremente en las urnas si apoyan o no estos acuerdos de paz, y quedarán si ganan los opositores con la seguridad que buscan la continuidad de la guerra. 

La senadora liberal Gaviria declaró que ese es un discurso “maniqueo” con el cual se está buscando aprobar este acto legislativo, por lo que reclamó el respeto a quienes tienen críticas al articulado de la reforma. 

Por último, la plenaria del Senado aprobó la negación del artículo cuarto como venía en la ponencia, el cual planteaba que se abría paso a la guerrilla para que haga política, siempre y cuando dejen las armas y se reintegren a la vida civil. 

Esta reforma pasa ahora a su trámite a la Cámara de Representantes, discusión que se dará desde la última semana de noviembre, allí deberá tener el trámite en Comisión I y luego en la plenaria, pero esto se debe cumplir máximo hasta el 16 de diciembre porque de lo contrario se hundirá.