• Alejandra Rico Muñoz

miércoles, 1 de febrero de 2023

La Ley 2213 de 2022 reglamenta el uso de la tecnología IA en las actuaciones judiciales para la flexibilidad de los procesos

La inteligencia artificial está cambiando el juego para todos, especialmente en las empresas privadas y del Estado. Estas herramientas empezaron a facilitar el trabajo y los procesos.

De hecho, el ámbito jurídico no se queda atrás, pues actualmente hay una Ley que reglamenta el uso de esta tecnología en las actuaciones judiciales, en la agilización de los procesos y la flexibilidad de la atención.

"Se podrán utilizar las tecnologías de la información y de las comunicaciones, cuando se disponga de los mismos de manera idónea, en la gestión y trámite de los procesos judiciales y asuntos en curso, con el fin de facilitar y agilizar el acceso a la justicia", dicta el artículo 2 de la Ley 2213 de 2022.

Aunque está reglamentado, en algunos casos la utilización de estas herramientas puede ser problemática. Este es el caso de un proceso Judicial en el que un juez usa el chatGPT para ayudar a resolver el caso de una madre que pone un tutela para ser exonerada del pago de transportes y copagos que le exige la EPS.

Me dejó muy preocupado la sentencia del Juzgado de Circuito Laboral #1 de Cartagena que usó respuestas de #ChatGPT para motivar una decisión de segunda instancia de una tutela relacionada con el derecho fundamental a la salud.
Explico por qué me preocupa en este hilo: pic.twitter.com/5cLJaEJatz

— Juan David Gutiérrez (@JuanDGut) January 31, 2023

"Estas herramientas son usadas cada vez más en nuestro día a día, el problema es qué usos de las IA son responsables éticos e informados", dijo Juan David Gutiérrez, profesor Asociado de la universidad del Rosario.

Por tanto el problema no es que un juez quiera apoyarse en este tipo de herramientas, sino el uso que se les da. Esta herramienta en particular es un chatbot y lo que busca es tener una interacción con el usuario a partir de preguntas sobre cualquier tema.

"El juez transcribió las respuestas a cuatro preguntas del chatbot para complementar su argumentación. La herramienta que usó no es confiable, tiende a responder equivocadamente y a inventar las fuentes, en este caso fuentes jurisprudenciales", concluyó Gutiérrez.