Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

lunes, 14 de abril de 2014

Santos y su círculo cercano de amigos, asesores, sapos y copartidarios por interés, están convencidos de que incluso el Presidente puede ganar en primera vuelta, lo que demuestra que se encuentran más desconectados de la realidad de lo que se pensaba. La verdad es que la burbuja en la que vive Santos no le permite ver más allá de sus narices. La realidad monda y lironda es que Santos cada día pierde adeptos, genera dudas a tutiplén y desmoraliza a sus propios seguidores, y él ni se da por enterado.

Los días venideros serán una verdadera pesadilla para Santos, que, dicho sea de paso, al no estar acostumbrado a los “golpes de la vida”, reacciona de manera errática ante los mismos. Tras un revés, Santos responde con una seguidilla de equivocaciones. Eso sin contar con que lo que le tiene que salir bien le sale mal, y lo que ha de salir mal le resulta peor. La buena fortuna no es uno de los atributos del señor Presidente.

En política, para triunfar y calar en el alma del electorado, se requiere una serie de condiciones (a las que yo llamo “las tres C”) de las que Juan Manuel Santos carece por completo: Corazón: Santos es distante y frío (cuando pretende acercarse a la gente se ve postizo y falso). Consecuencia: No hay lógica entre la conducta que muestra y los principios que dice profesar. Coherencia: no hay relación entre sus actuaciones del pasado y las decisiones que ha tomado desde que ostenta el poder.

La gente no es tonta y ya se ha percatado de que Santos no es “ni chicha ni limoná”. La percepción general es que el Presidente pretende quedar bien con todos, para luego terminar haciendo, de manera subrepticia, lo que le venga en gana. Además, ha quedado en evidencia que sus posturas se ciñen a un premeditado libreto y se reajustan dependiendo del vaivén de las encuestas. En resumen, en el imaginario colectivo existe la certeza de que un gobernante tan “aguao” o falto de consistencia es incapaz de conducir los destinos de una Nación que se aproxima al abismo. Por ello, cada día que pasa se consolidan las opciones de la Alianza Verde y del Centro Democrático.

Primera Estación: Jesús es condenado a muerte.

Segunda Estación: Jesús carga con la cruz. 

Tercera Estación: Jesús cae por primera vez.

Cuarta Estación: Jesús se encuentra con su madre.

Quinta Estación: Jesús es ayudado por el cireneo. 

Sexta Estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús.

Séptima Estación: Jesús cae por segunda vez.

Octava Estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén.

Novena Estación: Jesús cae por tercera vez.

Decima Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.

Undécima Estación: Jesús es clavado en la cruz.

Duodécima Estación: Jesús muere en la cruz.

Santos se auto condenó a muerte cuando hizo de la deslealtad y la traición un modo de vida; ha cargado los últimos años con la cruz de sus errores y, a pesar de la ayuda descarada de la prensa capitalina, no ha podido parar cabeza; ha caído varias veces, pero, luego de advertir, cuando se publiquen los últimos sondeos, cómo han repuntado en las encuestas Peñalosa y Zuluaga no volverá a levantarse; cuando esté perdido, quienes dicen ser sus amigos le darán la espalda y entonces tendrá que asistir a su propia crucifixión, que no será otra que la derrota en las urnas, pero, a diferencia de Jesús, sin posibilidad alguna de resucitar.

Por el bien de Colombia, que así sea... ¡Amén!