Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

jueves, 23 de septiembre de 2021

Estimado lector, el mundo de los servicios legales tal y como usted y yo lo conocemos está viviendo en todo su esplendor una verdadera revolución. ¿Se preguntará el por qué? Pues bien, al igual que casi todas las industrias que conocemos actualmente, la de servicios legales no es ajena al impacto acelerado de la tecnología.

Países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia o Israel ya llevan algunas décadas viviendo y trabajando el impacto de la cuarta revolución industrial en los servicios legales. No obstante, en países del cono sur como Colombia, hasta ahora estamos evidenciando, en vivo y en directo, las primeras fases de esta revolución.

Cada día, el avance y desarrollo tecnológico a pasos de gigante exige a todos los profesionales y operadores jurídicos tener una mentalidad abierta, pues estas nuevas herramientas no solo son innovadoras y disruptivas, sino que desafían y transforman sustancialmente la forma en que tradicionalmente funcionan los servicios legales.

Al igual que ha ocurrido en otras industrias, la unión del término “TECH” con lo legal ha tomado cada vez más eco y fuerza, llegando a la construcción de lo que hoy conocemos como LegalTech o “tecnología legal”. Expresión que, en palabras sencillas pero contundentes, podemos entender como la tecnología aplicada a los servicios legales para reinventar y transformar los servicios tradicionales.

Richard Susskind en su obra Tomorrow´s Lawyers: An Introduction to Your Future (El abogado del mañana: una introducción a tu futuro), un libro que recomiendo a todos los abogados y no abogados interesados en el “futuro” de los servicios legales, resume tres tendencias actuales que están transformando la industria legal: la búsqueda constante de optimización y eficiencia en costos por parte de los clientes beneficiarios de los servicios, la implementación de nuevas tecnologías y la constante aparición de nuevos prestadores de servicios legales a través de software, que no necesariamente son abogados.

Estas tendencias, estimado lector, generan un mensaje para todos los profesionales del derecho: realizar un alto en el camino, evaluar el papel que están asumiendo en este mismo instante frente a la revolución tecnológica de los servicios legales y tomar acciones sobre la forma en que se pondrá la tecnología al servicio de la industria legal.

Para los abogados y no abogados que interactúan con la industria legal, cada vez debe ser menos oscuro, ajeno y desconocido, el entender y comprender cómo funcionan las nuevas tecnologías que están transformando la industria de los servicios legales, cómo abordarlas, cómo integrarlas de manera orgánica a la cultura organizacional, a los distintos modelos de negocio de servicios jurídicos e incluso a la administración de justicia.

Esta columna de opinión es una invitación a mis colegas abogados y no abogados a que conozcamos, entendamos y comprendamos qué es el Blockchain y cómo funciona, qué son las criptomonedas y su impacto en la forma en que hoy vivimos como sociedad, la resolución de disputas online (ODR por sus siglas en inglés), la inteligencia artificial y su impacto, el internet de las cosas (IOT por sus siglas en inglés), los contratos inteligentes (o Smart contracts), la automatización documental y de procesos, el big data, entre las múltiples y cada vez más disruptivas tecnologías que están transformando el mundo legal que hoy en día conocemos y comprendemos.