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lunes, 15 de enero de 2018

Al iniciar el año, y aún desde noviembre del año anterior, se espera la nueva Lista de Sustancias y Métodos Prohibidos expedida por la agencia mundial contra el dopaje.

Nunca he creído en la buena marcha de la lucha contra el dopaje como se plantea dentro de esta agencia, no digo que no sea necesaria, pero los métodos y las formas de luchar contra este flagelo no son eficientes, indica la agencia que los principales propósitos de la lucha contra el dopaje es propender por el juego limpio y proteger la salud de los deportistas. Hasta ahora no he visto un solo estudio que busque mejoras en la salud de los deportistas; es más, cada vez hay más lesiones extrañas y muertes prematuras en deportistas o exdeportistas muy jóvenes.

La última perla de la agencia mundial al dopaje es retirar el alcohol de la lista; a partir de 2018 en ningún deporte está prohibida la ingesta de alcohol durante la competencia. Para incluir una sustancia en la lista esta debe cumplir con dos criterios de tres, que mejore el rendimiento del deportista, que sea perjudicial para la salud de quien la ingiere o que esté en contra del espíritu del deporte, si cumple con dos de los tres anteriores pasará a ser una sustancia prohibida. No cabe duda, y hay exámenes muy serios, que indican que aún en mínimas dosis el alcohol es terriblemente perjudicial para la salud. En algunos sitios se manejan cifras de epidemias por alcoholismo y desde hace muchísimo tiempo el alcoholismo es manejado como una enfermedad. Ignoro cuál es el criterio de la Agencia Mundial contra el Dopaje de “Espíritu del Deporte” pero al menos personalmente creería que el consumo de alcohol sí que está en contra del espíritu del deporte.

Se retira el alcohol y se le hace una magro favor a los deportistas que en adelante considerarán que nada pasa con practicar tal o cual actividad deportiva bajo efectos del alcohol, qué tiene de malo llegar borracho a un entrenamiento, si ya la agencia mundial al dopaje no lo prohíbe, por qué no voy a poder tomarlo con (o sin) moderación. Además hay grandes leyendas de jugadores de fútbol bebedores que se ufanan de haber realizado tal o cual hazaña completamente borrachos, me vienen a la cabeza jugadores como Houseman o Corbatta y últimamente tengo muy presente los reportajes a Gascoine acabado por culpa del alcohol.

Otra cosa es que el alcohol nos acompañe de manera permanente en la práctica del deporte y sea uno de los principales patrocinadores de muchas competencias. Si bien existen definiciones en las que no se cataloga a la cerveza como bebida alcohólica, para efectos de impuestos, es claro que esta bebida sí que contiene alcohol, Ya se retiraron en prácticamente todos los estados occidentales las publicidades de tabaco y alcohol de los eventos deportivos, pero la cerveza sigue siendo la gran anunciadora en mundiales, campeonatos internacionales y locales. Sin ir más lejos, en la llegada de la maratón de Chicago, los atletas podemos consumir cerveza regalada por la organización gracias a un, supongo, generoso patrocinio de una cervecería local.

Este hecho refleja el talante de esta agencia donde el debido proceso, la presunción de inocencia en los deportistas implicados brilla por su ausencia y donde las malas prácticas de los laboratorios y funcionarios han quedado documentadas sin que pase nada. Sería interesante conocer los criterios, y sobre todos los estudios que indican que el alcohol no es perjudicial para la salud o por qué no está en contra del “Espíritu del Deporte”.