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lunes, 27 de abril de 2020

Es difícil seguir hablando de la situación actual sin repetir lo que muchas personas con mayor conocimiento han comentado. Por lo que intentaré pensar y escribir sobre lo que creo que va a pasar en nuestro fútbol post-pandemia.

Al menos en Colombia, no creo que ningún equipo salga bien librado económicamente hablando, ni los más poderosos ni los nómadas van a tener dinero. Es más, creería que algunos equipos deberían desaparecer, pero tengo claro que eso no ocurrirá como no ha ocurrido hasta el momento. Seguirán los más pobres en el fondo de la clasificación de la primera B sin correr riesgo alguno de perder esta categoría.

Con poco dinero, poco público, poca televisión y pocas transferencias, los equipos deberán depurar sus nóminas. Supongo que habrá muchos jugadores con salarios importantes que serán reemplazado por juveniles de muy bajo costo. En Colombia hay muchos futbolistas mayores de 30 años con buenos contratos de trabajo que no creo que los clubes puedan seguir pagando. Aquellos equipos con buenas divisiones inferiores podrán hacer un cambio adecuado que les permita economizar costos sin mayor problema desde el punto de vista deportivo. Ahora bien, sin tener idea de cómo serán los torneos, supongo que el ritmo de competencia será alto con poco espacio de descanso (torneo o torneos, copa, torneos internacionales, eliminatoria y Copa América). Nuevamente aquellos equipos con jugadores juveniles adecuados para cubrir lesiones y fatiga se verán beneficiados.

Lógicamente el nivel de conflictividad se aumentará, como en cualquier empresa, la terminación de los contratos conlleva aumento en demandas y reclamaciones. En el fútbol adicionalmente hay dos jurisdicciones donde acudir, la justicia ordinaria de los juzgados laborales y la justicia deportiva de la Cámara Nacional de Resolución de Disputas.

Un problema latente desde hace más de 10 años serán los derechos de televisión y el reparto, parece que el canal premium no ha dado resultados y no creo que haya mucho dinero para gastar. El mayor combustible del futbol en la mayoría de los lugares son los derechos de trasmisión de los partidos, en Colombia algo habrá que hacer.

Un tema delicado que creo debe abordar la Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol es el manejo de su imagen. Cuesta trabajo entender cuándo lograron unanimidad en todos los seguidores de todos los equipos que piensan que todo lo malo del fútbol pasa por estas instituciones. No creo que todo lo malo, ni siquiera la mayoría de lo ocurrido en este momento, sea consecuencia de estas dos instituciones o de quienes las manejan. Desafortunadamente, el manejo de las comunicaciones ha sido muy pobre y en estos momentos en los que cualquier guiño es amplificado por redes sociales se debe ser mucho más cuidadoso en este aspecto.

Es adecuado, además, debido a la coyuntura, pensar en nuevos esquemas. Seguir haciendo campeonatos con diseño de los 90 del siglo pasado con la comunicación actual es al menos dudoso. Hay mucho por pensar y analizar. Ya nadie oye los partidos por radio, la competencia de partidos europeos es importante y existe otra forma de ver los partidos y de seguir a los equipos que no creo que se haya analizado.

Es el momento de hacer una pausa, así sea corta, y mirar las fortalezas, las debilidades y las oportunidades que ofrece un deporte como el fútbol, que no ha sabido de crisis económicas y que parece que apenas en 2020 se ve afectado por este congelamiento económico mundial. Ojalá de todo esto salga un mejor fútbol en Colombia.