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lunes, 1 de marzo de 2021

Cuando llegó el VAR o Asistencia del Árbitro por Vídeo en inglés, los futboleros aplaudimos y celebramos lo que pensamos en su momento que sería un alivio para una cantidad de injusticias que hasta aquel momento se habían producido. Goles famosos como el de Maradona con la mano, codazos infames como el de Tassotti a Luis Enrique en el mundial de Corea y muchas otras acciones que por velocidad o mala ubicación habían sido pasadas por alto por el árbitro y habían modificado el transcurso de un partido o un campeonato. Aún antes de iniciar su desarrollo había muchos opositores a esta herramienta, con varios argumentos que no vienen al caso pero que hoy en día comentan con cierta sorna que la cura resultó peor que la enfermedad. Y cada vez aparecen mas detractores de esta valiosa herramienta.

El asunto del VAR, de su utilización, lo que ralentiza el juego y lo poco que ha mejorado la percepción de seguridad de las decisiones de los árbitros me ha permitido pensar, o tal vez soñar, en algunos cambios, apoyado sobre todo en algunas experiencias en deportes americanos.

En tema de tiempo, debería haber una persona encargada de cronometrar de manera precisa el tiempo gastado por el árbitro, que suele ser mucho, en hablar, acercarse a una pantalla, analizar lo observado y discutir con los jugadores de alguno de los equipos que se sentirá perjudicado por la decisión. Este tiempo debe ser el realmente añadido. He visto con fastidio que se añaden cinco o seis minutos cuando el árbitro ha gastado doce o quince minutos en toda la operación. Otra opción sería computar tiempo real como se hace en Básquet o Fútbol americano, de manera que, por ejemplo, se jugasen 35 minutos reales y no 45 más lo que considere el cuarto arbitro.

Hay un tema que me parece fundamental, es que cada uno de los equipos, el director técnico o alguna persona encargada pueda pedir la utilización del VAR en determinada jugada. Digamos que el director técnico tiene la posibilidad de pedir que se revisen tres jugadas durante todo el partido. Si, por ejemplo, considera que un penalti que le marcan a su equipo no lo es, pide el VAR y efectivamente no fue penal, no ocurre nada, si por el contrario se confirma la decisión, que pierda algo. Ahora que son 5 cambios podría perder uno. En fútbol americano cada equipo tiene hasta tres posibilidades de pedir revisión y si no acierta, pierde tiempos fueras y oportunidades siguientes.

Otro aspecto que me parece fundamental es la plena utilización de esta herramienta, no puede ser posible que unos partidos tengan y otros no tengan VAR, en el mismo campeonato. Esto desvirtúa la igualdad de condiciones de todos los quipos. Seguramente los costos son altos, pero mientras no se tenga la capacidad económica para tener VAR en todos los partidos de un campeonato, me parece preferible no contar con el VAR para ninguno.

Debería existir identidad de criterios en cuanto a la aplicación de las faltas modificadas por el VAR, empujar en un tiro de esquina puede o no ser penal, pero una vez analizada con esta ayuda debería tener siempre el mismo resultado, cualquiera de los dos sería satisfactoria siempre y cuando siempre fuera la misma. Hemos visto como a determinados jugadores o a determinados equipos se les castiga con un penal lo que a otros se les perdona en jugadas idénticas.

Finalmente y esto si es perfectamente aplicable se deberían dictar capacitaciones para jugadores y técnicos que luego de mas de dos años no saben como, cuando y por qué se puede utilizar en VAR.