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lunes, 10 de diciembre de 2018

La discriminación de género se hace cada vez más notoria en el deporte colombiano, a pesar de esto, las mujeres cada día logran más triunfos que nos permite entender que seguramente con algo de apoyo y liderazgo por parte de las instituciones Colombia tendría mayores éxitos deportivos a nivel internacional. Son ejemplo de tenacidad y esfuerzo pues logran superar las barreras impuestas por una sociedad altamente machista y simultáneamente derrotan a sus adversarias quienes gozan de más apoyo.

Empecemos por quien sin lugar a dudas es la estrella deportiva del país en este 2018, Catherine Ibargüen, mujer, hija de la violencia de finales de siglo pasado y de extracción humilde logró ser considerada para el año en curso la mejor Atleta del año por la IAAF; con poco apoyo de la federación colombiana esta mujer ha ganado en todos lados gracias al esfuerzo y trabajo de mucho tiempo.

El atlético Huila de fútbol femenino logró el título de campeón de la copa libertadores frente al Santos de Brasil, título que alcanzó a pesar del poco interés por parte de la dirigencia que, al menos al momento de escribir esta columna, no ha definido campeonato. Este triunfo también es el fruto del trabajo y esfuerzo, pues no hubo torneo y si bien se logró hacer un equipo con las mejores jugadoras de Colombia, no tenían donde foguearse y las condiciones de viaje, al menos lo que la prensa e internet mostraron no fueron las adecuadas, con futbolistas durmiendo en el suelo del aeropuerto. Esperemos que se haga un campeonato adecuado para poder ver otro futbol al que personalmente le cojo cada vez más gusto.

En temas de género, como siempre, aparece el comentario estúpido de algún chistoso que le pregunta a la balón de oro Ada Hegerberg si sabe mover las caderas de determinada forma. Pregunta que ni siquiera a los rumberísimos y buenos bailadores de nuestra selección masculina se les hace. La cara de fastidio de la jugadora lo dice todo; no está lejos el comentario del señor Blatter que sugería camisetas más ajustadas para hacer más vistoso el futbol femenino. El futbol femenino es futbol, no desfile de caras y cuerpos y es a eso a lo que se va a ver un partido. Ojalá este tipo de comentarios sean cosa del pasado.

Finalmente, no está demás hacer referencia al penoso incidente ocurrido en La Pony Fútbol algunos días atrás; el equipo de María Paz Mora, el Club Los Dihnos, fue descalificado después de su participación en tres partidos, donde demostró una vez más que en el fútbol, no existen géneros; como es costumbre, los equipos perdedores buscaron a toda costa que su participación fuera reevaluada y por supuesto, en última instancia, fue tomada como una inscripción irregular. Más allá de esto, existe un gran interrogante en esta situación ¿Será que una niña con todas las habilidades y aptitudes deportivas, no es digna de pertenecer y llevar a ser campeón a un equipo masculino? No olvidemos a Iva Olivari, la mujer que estuvo presente en todo lo pertinente al tema logístico y deportivo de la selección sorpresa y subcampeona del mundo, Croacia; demostrando una vez más que, el talento, la pasión y desde luego el fútbol en sí mismo, es para todos y que las mujeres pueden ser tan habilidosas dentro o fuera de la cancha, ya sea atrapando los balonazos de otros niños o asumiendo un cargo de dirección y de toma de decisiones en una selección mundialista de mayores.

Queda pues abierto el debate sobre la participación de la mujer en el fútbol, en la parte deportiva; y si en realidad el discurso de discriminación es una situación amañada para evitar el crecimiento del fútbol en la era femenina en todos los ámbitos.