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lunes, 15 de mayo de 2023

Están llegando a Colomba nuevos aires a los equipos de fútbol; nuevos dueños, instituciones exitosas en otros países o fondos de inversión que compraron equipos de primera división en Colombia y que desean antes que nada dar una impronta propia a estas instituciones.

Es extraño ver como extranjeros alejados del muy mediocre fútbol colombiano le apuestan invertir y mejorar esta actividad; siempre con la intención de hacer un negocio rentable. Hay fondos de inversión que son copropietarios de clubes y personas cercanas a equipos extranjeros que intentan hacerse con el poder de equipos medianos.

Comprar un equipo profesional de fútbol en Colombia, con el precio del dólar o el euro puede ser relativamente barato; las oportunidades para mejorar son evidentes y la posibilidad de retorno de inversión en un plazo adecuado son posibles. Modificar la estructura administrativa, implementar nuevos métodos de entrenamiento y reclutamiento de jóvenes se puede hacer de una manera relativamente rápida, un buen técnico y dos o tres jugadores de calidad pueden representar una mejoría evidente de un campeonato al siguiente. Todo esto representa un reto interesante para quien conoce el fútbol, le gusta y pretende hacer un negocio.

El problema viene con el entorno; ya se ha dicho hasta la saciedad que los actuales dirigentes del fútbol han hecho muy poco por cuidar el negocio, las decisiones tomadas en lo últimos tiempos me parecen poco acertadas en aras a hacer del fútbol colombiano un fútbol mas competitivo y atractivo desde el punto de vista comercial. Están cómodos donde están y no parece que quieran cambiar.

Equipos que hasta hace un tiempo eran considerados grandes empiezan a caminar por lugares de descenso y a actuar como equipos chicos. El campeonato, salvo dos o tres partidos es poco exigente y atractivo, eso se refleja en tribunas vacías. Que yo recuerde, este año no se ha llenado completamente un estadio; puedo estar equivocado, pero aquellos tiempos donde domingo a domingo las tribunas de Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla no dejaban ver una sola gota de cemento quedaron atrás. Salvo los mismos 4 partidos entre los tres grandes (por hinchada) las tribunas de prácticamente todos los estadios tienen algo así como el 15% de capacidad.

Tema de nunca acabar son los derechos de televisión, bajos, mal repartidos y sobre todo mal negociados, amarrados a personas, no representan ingresos importantes para los clubes y si ayudan a que algunos equipos estén más cómodos en la b que en primera división.

No creo que sea muy difícil mejorar el fútbol y supongo que fondos privados y personas extranjeras que vienen a invertir en equipos colombianos lo tienen igualmente claro. Nadie se embarca en un negocio de estas características sin analizar el entorno, el club y las perspectivas futuras.

Este nuevo auge de compras puede representar a mediano plazo un cambio de rumbo a este alicaído fútbol, varios equipos nuevos, supongo, no quieren seguir postrados en la mediocridad actual y, supongo igualmente, que intentarán cambiar el rumbo para mejorar. El problema son aquellos equipos zombis que transitan en la primera b, que reciben dinero y no tienen ningún incentivo para mejorar. Mientras no haya descenso de categoría en la primera b, muchos equipos votarán por permanecer como están, en la mediocridad. Mientras esto no ocurra me parece muy complejo mejorar nuestro fútbol, a pesar de los vientos de renovación que desde ya hace algún tiempo nos traen los nuevos dueños.