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OPINIÓN

Carta al Niño Dios

16 de noviembre de 2013

Canal de noticias de Asuntos Legales

Querido Niño Dios, este año estaré casi tan austero como Uribe en Consejo Comunitario. Dados los pedidos que sé que tendrás este año pro reelectivo haré mi mejor esfuerzo para no excederme en mis súplicas, las que humildemente te pido me concedas ojalá antes de que la contralora y el fiscal arreglen sus diferencias bajo las sábanas calientes de alguna EPS en liquidación.

Antes que todo querido niño, quiero pedirte que te acuerdes que Bogotá necesita urgentemente un Alcalde, no importa lo que nos mandes, eso sí, que ojalá no use boina, bigote madurezco o se convierta en algún pájaro cagón que se perpetúe en la ignorancia y en la conciencia de quienes aún los siguen votando.

Te cuento amado niño, que Nicolás, Daniel y Evo siguen delirando, bebiendo y consumiendo esas hierbas de la madre tierra. Algunas veces son divertidos y nos hacen reír a carcajadas, pero a veces se vuelven muy pesados y María Ángela no nos puede defender porque ha estado ocupada pintando unas cartas con algunos emoticons.

No te imaginas los líos de mini faldas en los que estamos metidos, mientras todo el mundo se mete a nuestra casa por el techo en aviones de guerra de algún país Eurasiático, en Colombia nos volvimos indolentes frente a los delitos atroces contra la mujer. Hoy en día, es más importante dar un debate sobre la forma de vestir para ir a bailar, que los vacíos jurídicos que tiene nuestra patética justicia para agilizar las condenas en contra de los culpables, conocidos en nuestro territorio constitucional como eternos “presuntos”.

Nuestra salud, ahí va, creyendo que estamos reviviendo muertos cada 8 días, descubriendo enormes desfalcos con nuestro dinero, el cual eso sí, se ha invertido muy dignamente en lujosos banquetes y uno que otro capricho de quienes velan por nuestros intereses. Te pido ¡oh niño! Que en este próximo año de elección y coronación nos regales la gracia de Nohemí para sobrellevar las eternas promesas de quienes aspiran acumular millas en el avión Presidencial.

Juan Manuel y Germán ya tomaron una decisión sobre la reelección, y lo más seguro es que con mojito en mano adelanten en Cuba un proceso JJrendonezco que catapulte su favorabilidad. Te pido amado niño con la devoción del procu, que sea quien se quede otros cuatro años en la casa estudio, dedique su tiempo a barrer tanto mugre que hay acumulado.

Los niños del Congreso siguen sin asistir a su trabajo y a pesar de las millonarias primas, de los lujosos carros y de los excéntricos regalos no creen que tengamos problemas con la salud, la educación, el trabajo, la miseria, el medio ambiente y la justicia. ¡50 mil votos!, pareciera ser un número que justifique la vagancia y la irresponsabilidad; es por esto divino niño que te pido que no sólo perfumes uno, sino 10 mil bollos en los que estos campeones del trabajo nos están dejando metidos por su inoperancia.

Los acostumbrados a estudiar expedientes en un Yate, el próximo año irán a trabajar a Brasil. Por los méritos de tu infancia ¡oh dulcísimo niño! Te ruego de rodillas que la alegría por la clasificación al mundial no nos opaque el entendimiento ni nos nuble el panorama a la hora de analizar cada una de las propuestas que nos van a adornar a partir de abril del próximo año.  

Tú sabes querido niño que los que más queremos en este país es la paz, pero una paz sin condiciones, una paz con amor, una paz que permita que la contralora y el fiscal se enamoren tanto que el mismo procu o Gerleín sientan envidia, una paz que desempolve los turbantes y rencores de Piedad, una paz en la que Íngrid no se quiera volver más rica, en la que Robledo no aproveche las problemáticas de los indígenas para beneficiarse políticamente; una paz en la que no leamos periódicos al revés y en calzoncillos, y sobretodo, en la que no deslegitimemos nuestras entidades a costa de las intenciones políticas de quien las dirige.

Querido niño Dios, estos líos de minifaldas nos están enloqueciendo, ignora por favor las palabras necias de quienes quieren ver vestidas a nuestras mujeres y apaga ¡oh señor! Las intenciones de aquellas que quieren vacacionar en maxi ruana. Dale señor el descanso eterno a quienes vulneran su inocencia, pero nunca ¡oh señor! Nos quites el privilegio de ver sus piernas. 

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