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sábado, 2 de noviembre de 2019

El pasado 27 de octubre, se realizaron las elecciones departamentales y municipales, en las que se eligieron por la vía democrática 32 gobernadores, 1.102 alcaldes municipales, 418 diputados a las Asambleas Departamentales, 12.003 concejales municipales y más de 5.000 ediles de las Juntas Administradoras Locales para un total de más de 18.000 candidatos elegidos popularmente.

No pretendo hacer un análisis de las elecciones, deseo resaltar que la política se expresa a través del pluralismo político de los movimientos, la participación creciente de las mujeres, de las personas con discapacidad, de la diversidad sexual, los jóvenes, ambientalistas, negritudes, indígenas y todas las demás manifestaciones sociales y políticas que tradicionalmente no participaban en política.

En realidad, la misma Constitución de 1991 garantiza el pluralismo de nuestro país y la diversidad cultural y política, por esto se constituye en un derecho su participación, con el Acto Legislativo 1º de 2003, Acto Legislativo 1º de 2009 y la Ley 1475 de 2011 y su Sentencia de Constitucionalidad C -490 del mismo año.

De esta manera, la participación es un principio fundante de la Constitución de 1991, que se concreta en el derecho que deberíamos tener todos los colombianos, incluidos los ciudadanos con discapacidad para incidir en los asuntos que los afectan, como la participación como mandatarios regionales de las personas con discapacidad, donde participan muy poco estas personas.

Recuerdo algunos fenómenos políticos en discapacidad, como el exalcalde de Cali Apolinar Salcedo que fue concejal de la ciudad en dos periodos y luego fue su alcalde siendo ciego, a Nelson Cifuentes con discapacidad visual que ha sido Concejal en dos oportunidades de Mesitas del Colegio Cundinamarca, habiendo sido candidato a esta alcaldía, también recuerdo que Jairo Clopatofsky fue congresista en tres oportunidades y a Elsa Margarita Noguera de la Espriella que fue la primera alcaldesa de Barranquilla siendo una mujer con discapacidad muy exitosa en política.

Para estas elecciones el sector de la discapacidad quiso conformar un partido que representara sus propios intereses, pero no alcanzó el número de firmas requeridas, por lo que se quedó buscando quien recogiera su bandera política quedándose solos, ya que muy pocos de sus propios representantes alcanzaron una curul en las elecciones regionales.

Así encontramos que Mariano Anacona siendo ciego quedó electo como concejal de Mocoa Putumayo con la tercera votación y Alejandro Herrera con discapacidad visual fue electo como edil de la ciudad de Santa Marta, entre otros candidatos con discapacidad que fueron electos.

En este contexto de diversidad y pluralismo político y social, nos volvimos a encontrar como una de sus manifestaciones más significativas a Noguera, persona con discapacidad, mujer costeña, excandidata a la Vicepresidencia de la República, exalcaldesa de Barranquilla y exministra de Vivienda y ahora Gobernadora de Atlántico elegida popularmente.

De esta manera, la diversidad y la discapacidad en particular, hoy más que nunca, es un elemento configurante de la sociedad colombiana, pues el país ha dejado de ser una sociedad con una identidad única, para configurar múltiples formas de participación política y cultural.

En conclusión, con el pluralismo político y la participación de las personas con discapacidad de las pasadas elecciones se da desarrollo al Estado Social de Derecho, con el cual pretendemos identificarnos en medio de la diferencia, a través de los principios constitucionales del pluralismo, la diversidad étnica y el multiculturalismo.