Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

viernes, 13 de junio de 2014

Si bien existen importantes diferencias de cómo los candidatos Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga creen que se debe lograr la paz, lo cual es sin duda alguna lo más importante para todos los colombianos, desde un punto de vista de manejo económico y el efecto que puede tener en nuestras inversiones, hace mucho no teníamos dos candidatos tan parecidos.

Nuestro consejo por lo tanto es algo que ya hemos dicho antes, no permitan que sus preferencias políticas dirijan el rumbo de sus inversiones. El modelo económico de crecimiento en Colombia no va a cambiar con el resultado de estas elecciones; y aunque es importante conocer planteamientos específicos, al final son las coincidencias las que más importan. 

En primer lugar está el respeto a la independencia y logros de nuestra banca central. Ambos candidatos reconocen la importancia del control de los precios y de hecho tanto en los gobiernos de Álvaro Uribe como en el de Juan Manuel Santos la inflación bajó de forma importante (ayudados ambos por una década de crisis en economías desarrolladas). Esto es importante en la medida en que la inflación está de vuelta y ya es un dolor de cabeza para países líderes emergentes como Brasil, Rusia e India. Lo bueno, nuestra banca central ha reafirmado su independencia subiendo tasas como debe ser, sin importar el momento electoral.

Asimismo, aunque la paz es un factor que impulsaría la confianza inversionista (además del valor en vidas y recursos que se salvarían), el motor de crecimiento del país está asociado a otros fundamentales. Dentro de esto para Colombia sigue siendo vital que el precio de las materias primas (petróleo) y el dólar se sostengan, ambos están claramente fuera de la gestión presidencial.  

Adicionalmente, el rezago en infraestructura del país ha hecho que este sea un tema prioritario en ambas campañas. En pocas palabras, Colombia está viviendo un segundo aire de crecimiento económico que puede ser potencializado con paz e infraestructura. 

Sin embargo, el crecimiento ya llegó y ha creado una gran oportunidad de compra local que no creemos que pueda ser desviada por la agenda del presidente electo.

Para terminar, mientras la mayoría de analistas extranjeros coinciden en que no hay diferencias de fondo entre los candidatos, como colombiano es mucho más difícil no ver estos desacuerdos (especialmente viendo amigos y familias divididas alrededor de esto). Es por esto que este artículo no está dirigido a usted o a mí como colombianos sino a sus ahorros e inversiones y la conclusión es que ambos están seguros escritos con S o Z al final. 

Finalmente, unas líneas para hablar de lo que viene las próximas semanas. Desde principios de abril las acciones colombianas han entrado en un periodo de descanso que algunos podrían atribuirlo a la incertidumbre política. 

Dicho esto, es bastante probable que sin importar el resultado de las elecciones, la próxima semana el mercado celebre el fin de las elecciones como generalmente lo hace con eventos que son importantes pero que sus consecuencias no cambian en nada el valor de los activos.