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sábado, 7 de junio de 2014

El grupo narcoterrorista ha insistido, a través de sus voceros en los diálogos de La Habana, que las principales víctimas del conflicto son las Farc. ¿Es decir cuánto le salimos a deber al narcoterrorismo los colombianos de bien? Ellos han posicionado en la opinión, que nunca van a reconocer a sus víctimas y mucho menos a pedir perdón, pues ellos indican que los villanos son el régimen político colombiano con el que “negocian”, sus víctimas, y la sociedad en general, hoy hay gran incertidumbre en cuanto a que se puede negociar en cuanto a los derechos de las víctimas y la realidad, partiendo del sentido común, es muy poco. 

Si las cosas fueren así, que partiéramos del sentido común, del respeto al ordenamiento jurídico y a la constitución, sencillamente no se debatirían asuntos que no son negociables desde ninguna óptica, es decir, los derechos de las víctimas, sencillamente porque quien fue víctima de secuestro, crímenes de guerra y de lesa humanidad, o familiares de desaparecidos a manos de las Farc, no verán con muy buenos ojos “ceder” a favor de los violentos sus derechos como víctimas que hoy tienen, eso para no ahondar en los derechos de las víctimas, como son los cientos de miles de soldados y policías mutilados por cuenta del accionar delictivo de las Farc.

Otro aspecto que merece total atención y que seguramente será aspecto de gran debate, será el de los extremos del “conflicto” es decir desde cuando se reconoce la existencia del conflicto, y sus actores, como las Farc según el señor Andrés París son víctimas, pues muy seguramente buscan que por medio de tal adefesio los dineros de la organización sean “blindados”, para tal fin indicaran que la mayor parte de las arcas de las Farc son producto de la venta de camisetas propagandistas en países escandinavos, apoyos de fundaciones “pro revolucionarias” y cuanto cuento sea posible con el objeto de purificar dineros producto de secuestros y coca.

En todo lo que lleva el “proceso de conversaciones de La Habana”, en busca de acuerdos para llegar a la paz con las Farc, se han reproducido cerca de 33 comunicados de prensa de las Farc, dos informes del grupo terrorista, dos informes conjuntos, es decir Farc y Gobierno Nacional, y una respuesta al ya conocido foro de Sao Pablo en el cual indican que: “muchas gracias por la invitación al foro, que valoran mucho el apoyo que le dan al proceso, que no pueden asistir porque están acordando el tema de la paz”; así las cosas podríamos concluir que los integrantes de las Farc en Cuba se van a graduar de comunicadores sociales, pero nunca como gestores de paz.

Los hechos hablan por sí solos, la Farc indicaron que iban hacer una tregua unilateral en el periodo electoral pero tan solo el pasado lunes en la noche, asesinaron a cuatro policías en Arauca con tiros de gracia. En San Vicente del Caguán, un soldado asesinado. En Neiva, desactivada una casa bomba. A ello se suma la alarma de la Defensoría del Pueblo del latente riesgo en 136 municipios. Mientras tanto, las Farc nos engañan con la posibilidad de declarar otro alto al fuego por elecciones; ojalá el equipo negociador del Gobierno tenga en cuenta la sentencia reiterativa C-651 de 2011 relativa a los derechos de las víctimas.

Pues no solo está en juego la verdad, la justicia y la reparación, sino también el deber de las autoridades públicas en dar garantías en una efectiva reparación a las víctimas y una eficaz medida de no repetición, pues como están las cosas actualmente no se visualiza la más mínima posibilidad de reparación a las víctimas, no repetición y sometimiento a una justicia transicional efectiva, todo porque aquí “las Farc son las víctimas”.