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martes, 14 de abril de 2020

Quizás esta sea la peor turbulencia a nivel mundial que en este momento enfrenta el sector aéreo. Fabricantes, aerolíneas, bancos, arrendadores, prestadores de servicios y empleados son algunos de los afectados por esta crisis (Covid-19), cuya duración y efectos son inciertos.

En cifras, la industria aérea provee los más de 65 millones de empleos directos e indirectos, el sector del turismo quien depende del sector aéreo en gran medida ha contribuido al desarrollo de la economía nacional reduciendo al mismo tiempo la pobreza (nuevo petróleo), es más, su aporte al PIB mundial es superior al 10%.

La anterior sinergia, aviación - turismo es fundamental al momento de la reactivación del mercado, lo cual se traducirá en el mantenimiento de los puestos de trabajo y el crecimiento socioeconómico del país.

Antes de despegar y lograr la velocidad de crucero, es necesario recordar que el mayor problema que enfrenta el sector es de liquidez, por cuanto los altos costos fijos de la operación no se pueden compensar con ningún ingreso, así que me invitación es a la creación de medidas de corto plazo que realmente den un alivió y permitan gestionar eficientemente los recursos que en este momento se encuentran en la caja.

¿Cuánto durará la caja? ¿Cuánto durará la emergencia? No lo sabemos, por eso, decisiones como la devolución de saldos a las aerolíneas, la posibilidad de entrega de bonos o váucher a los pasajeros para la reprogramación de sus vuelos, la ampliación de periodos para reembolsos, la no exigencia de garantías por parte de la Autoridad Aeronáutica, la suspensión de cobros por el uso de la infraestructura, la inclusión de aeronaves de menos de 2000 kilogramos como bienes de capital, el apoyo de las aerolíneas de carga, entre otras, han sido rápidas y acertadas. Así como en la aviación, la velocidad es esencial en este momento, por eso muchas gracias al Gobierno, a los empleados (pilotos y administrativos) y los usuarios del sector aéreo por embarcarse en este vuelo, en el cual se navega con mucha incertidumbre.

Después de esta emergencia el papel de la aviación será fundamental, pero para que esto suceda en Colombia se necesitarán ¿créditos? ¿la nacionalización temporal o definitiva? ¿inyección de capital por parte de sus socios? ¿eliminación total de los impuestos? Quizás ya se estén tomando medidas en este momento (renegociando o posponiendo pagos con los arrendadores de aeronaves y proveedores de servicios).

Propuestas innovadoras y decisiones inmediatas, que transformen esta calamidad en éxito, es que lo que se requiere en este momento, propongo la revisión de medidas tomadas en relación con la antigüedad de las aeronaves, aplicación literal de los términos flexibilización y desregularización del mercado aéreo. A las autoridades regulatorias las invito a trabajar de la mano con las aerolíneas y juntas buscar soluciones, centrándose más en el fondo que en la forma, lo cual se traducirá en mayores oportunidades.

Las aerolíneas y agencias de viajes seguirán trabajando en favor de sus usuarios, innovando en nuevos segmentos que serán decisivos durante la etapa de reactivación de sus sectores, la cual será lenta, incluso después de que se levanten las restricciones. Buenos precios, paquetes turísticos y nuevas experiencias será algo decisivo, por eso también propongo a los colombianos a conocer primero su país, a consumir lo nuestro, mediante la utilización de la etiqueta #vacacionesencolombia. No olvidemos, la aviación es un servicio esencial.