sábado, 5 de diciembre de 2015

La Unidad de Planeación de Infraestructura de Transporte (Upit),  priorizaría proyectos e identificaría corredores estratégicos en función del sistema logístico, definiría la conveniencia de ejecutar los proyectos bajo la modalidad de obra pública o de iniciativa privada y frente a las iniciativas privadas, evaluaría su importancia de incluirla en el Plan Maestro de Transporte Intermodal (Pmti).

La Comisión de Regulación de Infraestructura de Transporte (Crit), iniciaría la regulación económica del sector y progresivamente asumiría la regulación técnica de todos los modos a excepción del aéreo.

Adicionalmente y según el crecimiento a mediano plazo de los modos fluvial y férreo, se crearía la Agencia de Navegación y Puertos (ANP) y la Agencia Férrea (AF). 

Según la propuesta, las nuevas entidades funcionarían junto a las que conocemos hoy, que incluyen al mismo DNP, Ministerio de Transporte, Invías, ANI,  Superintendencia de Puertos y Transporte, Cormagdalena, Dimar, Aeronáutica Civil, Ministerio de Hacienda, Conpes, Confis, Policía Nacional, Corporaciones Autónomas Regionales, entre otras. Estas comisiones, unidades y agencias que se propone crear, se caracterizarían por su orientación hacia la promoción de la intermodalidad y a la especialización por modos. No obstante lo anterior, la propuesta del DNP también contempla el fortalecimiento de los equipos técnicos del Invías y la ANI en asuntos de intermodalidad y logística. 

El panorama institucional de la propuesta del DNP, estaría por lo tanto compuesto por las nuevas entidades especializadas en intermodalidad y logística, junto a las entidades existentes fortalecidas desde el mismo enfoque. 

El objetivo del DNP es construir un sector donde todas sus entidades se especialicen y fortalezcan técnicamente pero trabajen articuladamente. Aunque el objetivo es claro y esencial, la propuesta debe analizar e identificar las falencias actuales para superarlas, pues de lo contrario, podrían crearse escenarios en los que se intensifiquen los actuales tropiezos en términos de interinstitucionalidad, considerando que uno de los aspectos que genera mayores retrasos e incertidumbre en la estructuración y ejecución de un proyecto de infraestructura, es obtener de las entidades involucradas las autorizaciones para ejecutarlo. 

La creación de nuevas entidades requeriría del desarrollo de nuevas normas y regulaciones que las hagan funcionales, en esta tarea se crearían nuevas instancias de revisión y autorización, aprobaciones, protocolos, trámites y reglas. Así mismo, sería necesaria la vinculación de nuevas plantas de personal con nuevos cargos y jerarquías, lo cual implica la asunción de importantes costos. 

La promoción de la intermodalidad  a partir del fortalecimiento de las entidades existentes es una necesidad. En cuanto a la creación de entidades adicionales especializadas en intermodalidad o en modos, el reto es ciertamente evitar la multiplicidad de trámites, la duplicación de funciones y la asunción de gastos innecesarios o excesivos, en contravía de las vigentes políticas de austeridad.