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miércoles, 29 de marzo de 2017

Poniéndose en los zapatos del consumidor, que ve una reducción sustancial en las tarifas entre “A” y “B”, lo primero que se preguntan es si lo que le están ofreciendo más barato es seguro.  Y, la respuesta es que las aerolíneas de bajo costo son igual de seguras a una aerolínea tradicional.  

¿Entonces cómo llegan a esas tarifas tan bajas? 
Se diferencian de las aerolíneas tradicionales en que tienen un modelo de negocio que se basa en la simplificación de costos. Se enfocan en lo esencial, es decir, en ofrecer a una persona, llevarla de un lugar a otro sana y salva, a cambio de un precio y en un plazo fijo, lo cual está conforme con la definición de transporte de nuestro Código de Comercio.

Concentrarse en lo esencial, sin afectar la seguridad aérea, le permite a la aerolínea de bajo costo, además de reducir sus tarifas,  aumentar el catálogo de servicios suplementarios los cuales están a disposición del pasajero por un precio. El pasajero lo puede ver como una forma de mejorar su experiencia de vuelo. No limitarse a lo que la aerolínea le tiene ya destinado para ofrecerle sino a lo que el pasajero quiera tener en ese vuelo.  

Así, el modelo de negocio de las aerolíneas de bajo costo puede terminar dándole al pasajero mayor flexibilidad para armar su propia experiencia de vuelo y a la aerolínea le permite reducir sus costos operacionales. Formula que permite poder ofrecer tarifas más bajas que las aerolíneas tradicionales.  

Adicionalmente, para poder ofrecer tarifas bajas, las aerolíneas de bajo costo se caracterizan, entre otros aspectos, por unificar su flota de aeronaves lo que les permite reducir costos en entrenamiento de tripulaciones. Arrendar aeronaves que tengan un consumo de combustible eficiente y unos costos de operación bajos (usualmente Airbus A320 y Boeing 737 NG satisfacen estos requerimientos). No operan en aeropuertos principales pues éstos tienen unas tarifas por el uso del aeropuerto más altas que las de un aeropuerto que no es principal. 

Si este último aspecto pudiera hacerse realidad en Colombia tendríamos tiquetes aéreos aún más baratos. No tenemos en Colombia un aeropuerto o una terminal en un aeropuerto, que se ajuste al modelo de negocio de las aerolíneas de bajo costo. 

Sería muy importante considerar el modelo de negocio y operación de estas aerolíneas dentro de los planes de infraestructura incluyente que tiene el gobierno para el sector aéreo. Casi con certeza las aerolíneas de bajo costo son las que van a hacer que ese 44% de colombianos, aproximadamente, que nunca han montado en avión, cumplan su sueño. 

Este modelo cada vez se consolida más en el consumidor de servicios de transporte aéreo y resulta determinante para que el transporte aéreo siga creciendo en Colombia. Ya lo ha demostrado.   

Las aerolíneas de bajo costo vistas como una opción para volar son bienvenidas por el consumidor. Es importante que se entienda la diferencia con las aerolíneas tradicionales. Diferencia que nunca tiene que ver con que se trata de aerolíneas menos seguras que una aerolínea tradicional.