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viernes, 20 de abril de 2018

El reúso del agua es, a nivel mundial, una herramienta para asegurar su uso eficiente y una solución para satisfacer la demanda de agua potable, mejorando la eficiencia en procesos industriales, reduciendo costos e impactos de los vertimientos. El agua reusada, al ser tratada correctamente, puede satisfacer casi cualquier demanda, colaborando al ahorro del agua y puede incluso ser muy beneficiosa para actividades agrícolas y de irrigación al proveer nutrientes al suelo.

Si bien Colombia es un país rico en recursos hídricos, su mal manejo, uso ineficiente y la falta de conciencia en la necesidad de ahorro, tendrán consecuencias negativas a futuro. Según el Banco Mundial, comparado con países como Israel, Colombia tiene 1.325 veces más agua; no obstante, cuando se trata de productividad y eficiencia en su uso, Israel llega a ser 4,6 veces más productivo, a pesar de ser uno de los países con menos fuentes hídricas.

Así, el reúso del agua es una práctica vital para su uso adecuado y eficiente. En el país, la Resolución 1207 de 2014 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible regula esta actividad, incluyendo condiciones, proceso y usos permitidos del agua reusada. No obstante, considerando los beneficios que tiene el reúso, el Ministerio se quedó corto a la hora de regular este tema.
Primeramente, el reúso no es obligatorio, y no existen incentivos para que industrias o individuos reúsen sus aguas residuales tratadas. Además, la resolución permite el reúso de agua residual tratada en pocas actividades, especialmente para las actividades industriales, limitándolo al vaciado de baños, limpieza e irrigación de vías y en sistemas de control de incendios. Esto es insuficiente y el Ministerio debería expandir los usos permitidos a otro tipo de actividades.

Por otro lado, la cartera ambiental ha conceptuado que el reúso no es permitido si el agua proviene del acueducto. Lo anterior, implica que sólo el agua que se obtiene de una fuente natural puede ser reusada. Esto presenta una clara contradicción con el espíritu de la norma. Si el uso eficiente del agua es fundamental para la conservación de las fuentes hídricas, prohibir el reúso del agua del acueducto representa un retroceso en los beneficios de esta práctica.

Esto es particularmente desafiante considerando que anteriormente el Ministerio tenía una postura diferente. En 2014 mientras el Ministerio socializaba la resolución, se incluía la posibilidad de reusar el agua del acueducto y basados en ese entendimiento, compañías de diferentes sectores iniciaron el proceso para su reúso, lo cual según la nueva postura del Ministerio es una infracción de la normatividad ambiental, aumentando la incertidumbre sobre este mecanismo.

Así las cosas, a pesar de los beneficios del reúso del agua, los limitados usos permitidos, y las inconsistencias en la aplicación de la norma, han desincentivado el mismo. Adicionalmente, siendo el recurso hídrico tan preciado y escaso, así en Colombia no exista aún tanta conciencia, y conociendo la escasez de agua que se vive en lugares como Ciudad del Cabo, no tiene ningún sentido restringirlo como lo ha venido haciendo el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Debería haber tantas campañas y posibilidades de uso eficiente del agua como las hay de ahorro.