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OPINIÓN

Digitalización de los servicios financieros del exterior

05 de febrero de 2025

Luis Gabriel Morcillo

Socio de Mercado de Capitales de Brigard Urrutia

lmorcillo@bu.com.co
Canal de noticias de Asuntos Legales

En la era digital, el acceso a servicios financieros internacionales se ha convertido en una realidad cotidiana. Plataformas digitales permiten el acceso a servicios financieros del exterior, desde inversiones en mercados globales hasta opciones de ahorro y crédito. Sin embargo, en Colombia, la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) supervisa la oferta de estos servicios, lo que plantea un escenario de oportunidades y desafíos.

En el país, las entidades financieras internacionales pueden operar, principalmente, por medio de oficinas de representación o contratos de corresponsalía acordados con sociedades comisionistas de bolsa locales. Actualmente, cerca de 80 entidades, como BlackRock, Deutsche Bank, Morgan Stanley, JPMorgan, Bank of America y UBS operan de esta manera, permitiendo el acceso a portafolios de inversión, seguros y otros productos financieros internacionales.

Las oficinas de representación no son entidades financieras ni sucursales, sino establecimientos de comercio autorizados únicamente para realizar actividades de promoción; no pueden generar ingresos ni prestar servicios financieros en Colombia. Por su parte, los contratos de corresponsalía tienen mayor apertura a los mercados internacionales, igualmente sujetos a un riguroso marco regulatorio. Siendo así, el ofrecimiento de servicios financieros del exterior en Colombia, incluso a través de plataformas digitales, debe ser autorizado por la SFC.

Las plataformas digitales han facilitado el acceso a productos financieros internacionales, incluso con montos bajos, democratizando oportunidades de inversión, ahorro y crédito. Los oferentes deben brindar información clara y transparente sobre los riesgos y características de los productos, garantizando que los consumidores tomen decisiones informadas. Por ejemplo, diferenciando las inversiones en valores tradicionales de las inversiones en criptoactivos, los cuales aún no son regulados en Colombia como productos financieros.

El proceso de autorización implica la presentación de información detallada sobre la entidad y los servicios que se pretenden ofrecer. Además, la SFC tiene la facultad de autorizar campañas masivas de publicidad para promover estos servicios. Esto asegura que los recursos de los consumidores cuenten con respaldo regulatorio, buscando además la transparencia en las transacciones.

Este marco regulatorio plantea desafíos porque puede limitar la velocidad con la que los consumidores y las empresas acceden a innovación financiera. Las oficinas de representación tienen un reto importante en materia fiscal, cambiaria y corporativa por cuanto la regulación aún no termina de moldearse a su modo sui generis de operar. Además, la necesidad de autorización y la restricción a ciertas actividades pueden desincentivar la exploración del mercado local.

En un mundo donde la digitalización avanza a pasos agigantados, es crucial que la regulación mantenga un equilibrio entre la protección del consumidor y la promoción de la innovación. El libre acceso, las finanzas abiertas (open finance) y la digitalización de los servicios financieros del exterior representa una oportunidad para la inclusión financiera, pues cada vez más colombianos abren cuentas en plataformas internacionales, por lo que es fundamental que tanto consumidores como empresas acaten el marco regulatorio vigente, encontrando un equilibrio que permita aprovechar las ventajas de la globalización.

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