• Sofía Escobar Posada

viernes, 4 de noviembre de 2022

Al iniciar un negocio son varios los factores que deben ser analizados, más aún tratándose de familias empresarias. Gran porcentaje de núcleos familiares se ven inmersos en este tipo de iniciativas económicas, pero no cuentan con las herramientas necesarias para mitigar los riesgos asociados a los intereses sobrepuestos que se generan a raíz de la toma cotidiana de decisiones en el ámbito empresarial y familiar.

En materia corporativa hay un amplio margen de regulación de los órganos y, en general, de la actividad empresarial. Sin embargo, en muchas ocasiones estos no resultan suficientes para salvaguardar y prever las diversas situaciones y conflictos que se presentan en el marco de las familias empresarias.
Siendo esta la situación, se crean unos mecanismos que priorizan e impulsan la armonía de las relaciones interpersonales de la mano con el desarrollo económico y, de este modo, guían el funcionamiento de las empresas cuya característica principal es que son familiares.

¿Qué son los mecanismos de gobierno familiar?

Los mecanismos de gobierno familiar son aquellas herramientas que permiten construir y desarrollar las empresas familiares de una forma más organizada. Lo anterior toda vez que su principal objetivo es mitigar todas las contingencias que pueden surgir como consecuencia de los conflictos familiares que, siendo internos, se pueden llegar a ver exteriorizados en el giro de los negocios.

En este sentido, en complemento con los mecanismos tradicionales de gobierno corporativo, tales como la Asamblea de Accionistas, la Junta Directiva y la Alta Gerencia, los mecanismos de gobierno familiar permiten cumplir una finalidad diferente que es prever las externalidades negativas que emergen de la relación familiar. Por tal motivo es que resulta esencial su implementación.

¿Cuáles son los mecanismos de gobierno familiar?

Son varios los mecanismos de gobierno familiar y cada uno de ellos cumple una finalidad diferente. En un principio se tiene, entre otros, a las Asambleas de Familia, los Consejos de Familia y los Protocolos familiares.

Por un lado, están las Asambleas y los Consejos de Familia, que, no siendo excluyentes, su función principal es ser unos cuerpos colegiados que sirven para la comunicación y toma de decisiones guiados por las necesidades y principios familiares. Así pues, los miembros a través de estos órganos pueden articular la visión de la familia para que los demás órganos corporativos puedan guiar la estrategia a futuro.

Por otro lado, el Protocolo de Familia es aquel acuerdo escrito que dispone las reglas sobre resolución de conflictos, normas sobre participación, principios y acuerdos a los que se deberían ver sujetos el grupo familiar en el marco del negocio.

¿Por qué estos mecanismos son importantes?

Adicional a lo que se ha mencionado respecto de su función en la regulación de los conflictos familiares, estos mecanismos se pueden ver reflejados en la planeación patrimonial tributaria. Así pues, se puede llegar a blindar de una manera segura todos aquellos bienes que hacen parte del patrimonio de la familia asegurando su administración idónea y las mejores condiciones tributarias.

Sin duda, poner en práctica este tipo de mecanismos conlleva una serie de beneficios. El principal siendo la anticipación a situaciones de la órbita común del ser humano. Se evidencia entonces la importancia de una buena comunicación y planeación para sacarle el mejor provecho a la relación negocio - familia. En este sentido, estos mecanismos son imprescindibles para que una compañía familiar pueda proyectarse a futuro con las debidas salvaguardas y evitando la puesta en peligro de lo que se ha construido mediante un gran esfuerzo a lo largo de los años.