Camila Posada

Camila Posada-Asociada CMS Rodríguez-Azuero

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sábado, 25 de marzo de 2023

La noticia del colapso del Silicon Valley Bank (“SVB”) sacudió al mundo el pasado 10 de marzo de 2023. El SVB era el decimosexto banco más grande de Estados Unidos y era reconocido principalmente en la esfera tech por financiar gran parte de los startups. El colapso de este banco es la segunda mayor quiebra bancaria que ha ocurrido en EE.UU, pues esta entidad es el mayor prestamista estadounidense en quiebra desde la crisis financiera del 2008.

¿Por qué colapsó?

Para entender el colapso primero hay que remitirse a los acontecimientos que condujeron a este. Tras la crisis bancaria del 2008 que desencadenó la Gran Recesión, Barack Obama firmó la Ley Dodd Frank con el fin de que todos los bancos se enfrentaran a regulaciones más estrictas. Sin embargo, en 2018, en la administración Trump, se eliminaron algunas de las restricciones para los bancos más pequeños. En consecuencia, los bancos que manejaban menos de USD $250 billones en activos -incluyendo el SVB- ya no estaban obligados al cumplimiento de las normas tan estrictas impuestas a los bancos más representativos del mercado.

Ahora bien, en la medida en que el SVB crecía, empezó a invertir sus fondos en bonos a largo plazo cuando las tarifas de interés eran bajas. Sin embargo, las tarifas de interés empezaron a subir progresivamente y los precios de esos bonos a largo plazo disminuyeron considerablemente, afectando enormemente las inversiones del banco.

El pasado 8 de marzo el SBV anunció que sufría una pérdida de USD $1.8 billones y que debía reunir más capital para hacer frente a las preocupaciones de los depositantes. Como reacción del mercado, SBV perdió más de USD$160.000.000.000 de valor en menos de 24 horas y, al caer las acciones, los depositantes se apresuraron a retirar su dinero del SVB.

No obstante, puesto que gran parte de su dinero estaba guardado en sus inversiones en bonos a largo plazo -con un valor afectado y menor que antes-, SVB no disponía de la liquidez necesaria para cumplir sus obligaciones a favor de los clientes.

Como consecuencia, y temiendo que las dificultades financieras del banco implicaran un grave riesgo para el sistema financiero, el CDFP cerró el SBV y nombró a la FDIC como depositaria de los fondos del banco. En efecto, CDFP se tomó control del SBV el 10 de marzo, con el fin de que los depositantes tuvieran acceso a su dinero antes del 13 de marzo.

Impacto

La quiebra del SVB y sus sucursales, implicó que clientes de otros bancos pequeños retiraran su dinero, debido al pánico por lo ocurrido. Esto podría implicar a su vez la quiebra o afectación financiera de más bancos, impactando en mayor medida la economía en general. Además, existe un riesgo inminente de quiebra de miles de startups a nivel global, si no hay intervención estatal.

Finalmente, se ha evidenciado un efecto dominó a nivel global por el colapso del SBV. Si bien las acciones de diferentes mercados de valores del mundo se han visto afectadas, el hecho de que el SBV fuera la columna vertebral de tantas startups y fondos de capital privados internacionales, implica que es probable que el impacto se sienta en todo el panorama tecnológico mundial en los próximos años.

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