El momento cumbre

Alcanzar un pico adecuado requiere una excelente base aeróbica, algo que no se logra en pocos días de entrenamiento. Cualquiera que desee mejorar sus registros debe buscar su pico de rendimiento. Y la clave es hacer coincidir ese momento con el de la competencia que tenemos como meta principal.

Para lograr lo anterior es necesario fijar los objetivos. No se debe aspirar a un maratón si no se ha terminado una media maratón. Las metas deben ser exigentes pero posibles, de manera que tengamos que esforzarnos para conseguirlas. Una vez conozcamos la distancia y la fecha, nos fijaremos objetivos a medio y largo plazo dependiendo de la competencia en la que vayamos a estar: las carreras menos importantes corresponden a los objetivos de mediano plazo y las más importantes serán a largo plazo.

Una vez se logra un pico de rendimiento, se necesita un tiempo mínimo para planear el siguiente. Debe haber un descanso proporcional, realizar una buena base y unas semanas de trabajo específico. La duración del primer pico depende de las competencias que se hayan hecho durante ese período. Otro factor a tener en cuenta es el estado físico en el que se termina ese momento cumbre de forma. Quedar muy agotado requerirá más días de descanso o entrenamientos más suaves. Lo que se busca es una transición igual a la que se puede emplear al finalizar una temporada con menor descanso para no tener que empezar desde cero.