El ciclismo bajo techo

Hoy en día se pueden utilizar dos modalidades de ciclismo bajo techo o comúnmente denominado spinning. Uno de ellos es el que se conoce en los gimnasios con las bicicletas estáticas que son ajustadas de acuerdo a la estatura de cada deportista; la otra modalidad son los ciclo-simuladores, en donde el deportista utiliza su propia bicicleta de entrenamiento o competencia, la cual es puesta sobre un rodillo para que en el momento de pedalear la rueda gire libremente. Lo mejor de estos ciclo-simuladores es que cada deportista puede simular inclinación de ascensos, terreno plano, o repechos con su propia bicicleta.

El ciclismo bajo techo es una excelente opción ante la dificultad de salir a entrenar, bien sea por mal clima o compromisos personales y laborales. Con el ciclismo bajo techo se pueden hacer buenos trabajos de potencia y cadencia. Manejando una buena cadencia constantemente durante un largo tiempo se mejora la velocidad y se puede mejorar la constancia del pedaleo para luego ponerlo en práctica en carretera.

La potencia del ciclista es medida en watts. Aumentar el número de watts incrementará no solo nuestra velocidad sino la aceleración y fuerza. La cadencia estará directamente ligada a la cantidad de watts que cada uno produce. Si la cadencia varía en un entrenamiento o competencia, la cantidad de watts producidos es un número general que se enfoca en la duración e intensidad del pedaleo, así es que con un buen trabajo de spinning o ciclismo bajo techo se beneficia el ciclista puesto que aumenta la resistencia para el recorrido de alguna competencia.

El ciclismo bajo techo es un ejercicio cardiovascular intenso, por lo que debemos ser cuidadosos cuando queremos pedalear por un tiempo prolongado. Es importante utilizar nuestro pulsómetro para controlar el ritmo cardíaco. Debemos mantenernos muy bien hidratados durante el entrenamiento ya que el desgaste es mayor que en carretera, además el sitio debe estar bien ventilado y lo suficientemente fresco.