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lunes, 30 de abril de 2018

Los nombres de dominio son aquellos nombres de fácil recordación, asociados a una dirección IP física de internet, que permiten a los usuarios encontrar páginas web y al igual que las marcas comerciales, son activos intangibles de las empresas. Los nombres de dominio se adquieren a través de los registradores acreditados por la Corporación para la Asignación de Nombres y Números en internet (Icann), por sus siglas en inglés.

En la práctica, los empresarios usan sus marcas comerciales o ciertas combinaciones de palabras que ya conocen sus clientes como nombres de dominio. Así, las empresas, las instituciones y las personas naturales usan nombres que sean fáciles de recordar y tengan cierta asociación con el negocio, de modo que sea más fácil atraer a los consumidores a su sitio web.

La Icann fue creada en 1998, con el objetivo de gestionar los nombres de dominio a nivel mundial y proporcionar mecanismos rápidos y económicos para resolver las disputas que pudieran surgir. El foro habitual para una disputa de esta naturaleza serían los tribunales nacionales, pero muchos de estos tribunales no tenían la capacidad para manejar disputas relacionadas con internet. Por esa razón, en 1999, la Icann aprobó la Política Uniforme de Resolución de Disputas (Udrp) que debían seguir sus registradores acreditados.

A través de la Política Uniforme de Solución de Controversias en Materia de Nombres de Dominio de la Icann, los titulares de marcas pueden impugnar el registro o uso ilegítimo de un nombre de dominio, para solicitar que el dominio infractor sea cancelado o transferido a su favor, siempre y cuando pueda demostrar que concurrieron las siguientes condiciones:

En primer lugar, que el nombre de dominio sea idéntico o confundiblemente similar a una marca registrada por el demandante. Segundo, el demandante debe demostrar que el titular del nombre de dominio no tiene derecho o interés legítimo sobre ese dominio. Y por último, tiene que probar que el titular del nombre de dominio lo registró o lo está usando de mala fe.

La mala fe en este ámbito ha sido fijada en aquellos casos en los cuales se induce a engaño a los desprevenidos usuarios de internet, haciéndoles creer que el dominio tiene alguna relación con la marca o que se trata de un sitio web autorizado por el verdadero titular de la marca.

Las actividades de los “ciberocupantes” sancionadas en la actualidad incluyen el registro de nombres de marcas conocidas como nombres de dominio de internet, con la intención de obtener el pago por parte de los propietarios legítimos de las marcas; el almacenamiento de nombres de dominio conocidos con la intención de venderlos al mejor postor; y el registro de sitios web ficticios, con el objetivo de desviar a los clientes a otro sitio web.

Se debe tener en cuenta que los procesos de transferencia de nombres de dominio generalmente tienen una duración aproximada de 60 días y se tramitan ante la Icann. Estas decisiones son tomadas por árbitros y no por la justicia ordinaria e implica que para acceder a la Política Uniforme de Solución de Controversias en Materia de Nombres de Dominio, es necesario cancelar a favor de la organización una tasa que oscila entre los US$2.500 y los US$4.000 dependiendo de si el demandante quiere que la decisión sea tomada por un solo árbitro o por un panel compuesto por tres árbitros.