• Luz Karime Grajales Cardona

jueves, 28 de noviembre de 2019

Debido a la forma y cadena consecutiva de los hechos, al militar se le negó el beneficio de casa por cárcel o libertad condicional

Luego de que el cabo Daniel Eduardo Gómez firmara un preacuerdo con la Fiscalía General, el uniformado fue sentenciado a 20 años de prisión por los hechos conocidos en el asesinato del desmovilizado de las Farc Dimar Torres en abril de este año.

En el preacuerdo, Gómez reconoció su responsabilidad en el delito de homicidio en persona protegida y se comprometió a colaborar con las autoridades en la investigación por la muerte del excombatiente.

Al mismo tiempo, se le negó el beneficio de casa por cárcel dados los hechos que citó la jueza en los que se esclareció la retención ilegal de Torres, las torturas que sufrió por parte de los militares, su posterior asesinato y el intento para ocultar su cuerpo en una fosa común.

Según lo que se pudo establecer del caso, fue el cabo Gómez quien bajó de la motocicleta al desmovilizado, lo recriminó y luego le disparó cuatro veces, causando la muerte de este de manera inmediata.

En la condena también fue clave el hecho de que los militares intentaron supuestamente amedrentar a los vecinos, quienes realizaron un llamado de alerta para manifestar que los uniformados intentaban ocultar el cuerpo en una fosa común.

Por este caso, el coronel del Ejército Jorge Armando Pérez Amézquita, los soldados profesionales Cristian David Pulido, William Andrés Castrillón y Yeison Alexander Duarte enfrentan un proceso penal en el que se les acusa del delito de favorecimiento en homicidio.

Actualmente, el cabo Gómez se encuentra privado de su libertad en una guarnición militar por motivos de seguridad.

Esta decisión se produce luego de varias semanas en las que se debatía ante la opinión pública si el caso debía ser juzgado en la Justicia Penal Militar o si, por el contrario, pertenecía a la justicia ordinaria.