• Natalia Gaviria González ngaviria@larepublica.com.co

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Lo que sigue ahora es la conciliación de lo que se ha aprobado y cuyo texto quedará listo para tener el resto de debates en 2023

El pasado martes la Cámara de Representantes terminó de concluir lo que no se logró en la sesión del lunes. Con 105 votos a favor, sigue en pie el proyecto de reforma política impulsado por el Gobierno del presidente Gustavo Petro con el que, según él, busca acabar con el clientelismo, la corrupción y algunas reglas de juego que han predominado en la política durante los últimos años.

Aunque su propuesta no ha sido del todo aceptada y todavía le restan cuatro debates para materializarse, los senadores han visto con buenos ojos muchas de sus intenciones, sin decir que no hay uno que otro artículo que definitivamente se hundió, causando incluso molestia y polémica entre los legisladores.

Dentro de lo más reciente que se aprobó este martes la Cámara, se incluyeron las listas cerradas y paritarias, la financiación estatal y la facultad para que los congresistas puedan ser ministros. Este último fue uno de los puntos más álgidos durante la plenaria al argumentar que es una figura que va en contra de la división de poderes. Aún así tuvo el espaldarazo de 108 representantes frente a 50 que se opusieron.

Uno de quienes intentó derogar este artículo fue el representante liberal Juan Carlos Losada al asegurar que se necesita una discusión más profunda para analizar esta aprobación. Pues queda la duda, según él, si Colombia debe cambiar de un régimen presidencial a uno parlamentario, rechazando la "visión mixta" como se ha querido denominar a esta modalidad por parte de algunos representantes del Pacto Histórico.

“Nos queremos devolver a los errores del pasado”, dijo la también representante Carolina Giraldo, al recordar que esto fue eliminado en la Constitución del 91.

“El presidente debería ser entonces la cabeza de lista o el vocero de una bancada antes de hacerse elegir de manera sola e independiente. Esa discusión estamos listos para darla, pero esa discusión, en este caso, en el que no se está dando de fondo, es burlarse de las limitaciones que imponen las inhabilidades que fueron incluidas en la Constitución como unas garantías de quienes hacemos parte de este cuerpo colegiado no podemos abusar del poder, como no podrá comprarnos con dádivas el Ejecutivo”, agregó Lozada.

El ministro del Interior Alfonso Prada salió en defensa del artículo y señalo que en el país no existe un régimen presidencialista puro. “Tenemos una mixtura que nos permite mezclar y caminar hacia el semipresidencialismo con unas rutas muy interesantes”, sostuvo.

Otras de las polémicas que también generó el debate y no cayó muy bien entre los legisladores fue la aprobación de las listas cerradas. Una de las personas que más demostró su descontento ante la iniciativa fue la representante Katherine Miranda, del partido Alianza Verde, quien incluso se atrevió a decir que hay mucha incoherencia por parte de un gobierno que dice ser el cambio.

Su máxima oposición se dio luego de que se estableciera que en efecto, durante las elecciones legislativas los ciudadanos votarán por el partido político y no por el candidato. Dijo que esto atenta contra las minorías y peor aún, si se suma ahora la posibilidad de permitir coaliciones entre los partidos que tengan más de 15% de representación.

La congresista no demoró en hacer pública su opinión al respecto con varias publicaciones en Twitter. "Si el cambio en Colombia es eliminando de la Constitución la protección a las minorías, presidente Gustavo Petro conmigo no cuenten", comentó.

Vale la pena resaltar que en la actualidad, solo los partidos que suman menos de 15% de los sufragios en las elecciones pasadas pueden presentar listas en coalición. Sin embargo, en caso de ser aprobada la reforma política en todos los debates, también podrán hacerlo los partidos tradicionales.

Durante la jornada del martes también se aprobó el artículo que elimina las facultades de la Procuraduría para “afectar” los derechos políticos de elegidos por voto popular. De seguir en pie este punto, solo habrá sanciones por parte de jueces.

Asimismo, quedó establecido que para ser senador se deberá tener 25 años y no 30, como actualmente se requiere. No obstante, se negó la propuesta de que para ser representante sea suficiente con la mayoría de edad. Por lo tanto se mantiene el requisito de que la edad mínima sea de 25 años.

En el "paquete" a favor de Petro también quedó aprobado el transfuguismo, que significa cambiar de partido sin sanción (por una sola vez), y la financiación de las campañas electorales con recursos 100% estatales. Siempre y cuando los candidatos estén avalados por partidos con personería jurídica o por movimientos y grupos significativos de ciudadanos.

¿Qué hay de lo que no se aprobó?

Aunque muchas cosas han jugado a favor de las intenciones del Gobierno, también hubo peleas que no pudo dar y para las que no fueron suficientes ni siquiera nueve horas de debate. Uno de los ejes centrales de Petro con la reforma era acabar con la reelección de congresistas (también aplicaba para asambleas y concejos municipales) por más de tres períodos consecutivos, pero dicha iniciativa no prosperó.

Uno de los oponentes fue nuevamente el representante liberal Juan Carlos Lozada, quien durante la sesión dijo que “una de las falacias más grandes que le vendieron en la consulta anticorrupción a este país es que la posibilidad de ser elegido en más de tres periodos era corrupción”.

Acto seguido indicó que señaló "la medida afecta mucho más duramente a quienes tienen una figuración política de opinión que a quienes aquí cambian de rostro, pero no cambian las estructuras políticas que los eligen”. El limitar los periodos podría también limitar la labor de los buenos congresistas, concluyó Lozada.

Cabe destacar que lo que sigue ahora es la conciliación de lo que se ha aprobado en Cámara y Senado y cuyo texto quedará listo para tener sus otros debates en el primer semestre del 2023.