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  • María Camila Gil Niebles

sábado, 21 de enero de 2023

José Miguel de la Calle, socio de Garrigues, habló sobre su nuevo libro, y explicó el panorama del derecho de la competencia

José Miguel de La Calle, autor del libro “Tratado general de libre competencia” y socio de Garrigues, estuvo en Inside LR donde dialogó sobre el marco normativo y regulatorio del país y América Latina sobre la libre competencia. Resaltó que Colombia es uno de los países con una norma muy completa, pero que todavía falta mucho por hacer desde el punto de vista regulatorio.

LOS CONTRASTES

  • Jaime Iglesias Socio de Garrigues

    “La libre competencia es uno de los pilares más importantes para el desarrollo y progreso de nuestra sociedad. Defenderla es velar por la innovación y mejores bienes y servicios para los consumidores”.

¿Por qué elige escribir su libro sobre la libre competencia?

Me decidí a escribir este libro por dos razones: la primera es porque consideraba que en Colombia había una ausencia de un texto completo general sobre la libre competencia. Hay varios textos que ya no son tan recientes y tampoco abordan todos los casos de la SIC, de Europa y Estados Unidos. Segundo me ha llamado bastante la atención la relación entre la libre competencia y la estructura del estado y los elementos de la democracia. Hay un primer capítulo donde analizo el antitrust americano, no solo por ser parte de la historia de Estados Unidos, sino porque es un elemento muy disiente para analizar la relación que tiene la competencia con la distribución de los poderes públicos y privados.

¿Qué tan regulada o sobre regulada está la libre competencia frente a los procedimientos de América Latina y Colombia?

En América Latina y en general hay desarrollo normativo y regulatorio de alto nivel. Creo que chile, México, Perú y otras jurisdicciones, incluyendo Colombia han tenido una experiencia importante. Colombia ha sido uno de los pioneros con una normativa desde 1959. Los demás países de la región lo hicieron un poco después. Pero todavía hay bastante por hacer desde el punto de vista regulatorio, de las autoridades públicas para desarrollar los mercados a partir de esa normativa que ya existe.

¿Qué tan sobre regulados estamos en este momento en Colombia?

Considero que estamos bien con la última normativa que es la que se crítica, porque se crearon unas multas muy altas y le generó amplio poder a la Superintendencia de industria y Comercio. Hay que tener cuidado con la norma no hay que sobrecargar al poder privado ni sobre imponerse al gobierno.

Desde que usted fue ministro de Comercio, ¿qué retos han nacido es estos últimos años?

Muchas cosas han evolucionado, por ejemplo en el entorno internacional han cambiado los movimientos para atenuar la escuela de Chicago, que lo que busca es que el estándar de bienestar del consumidor no sea tan protagónico. Esto ha influido al mundo entero y estamos ante un hecho muy importante del derecho de transformación de la competencia. En Colombia tenemos que aprender de esto. Uno de los hechos más transformadores ha sido la llegada de las plataformas digitales, porque ha generado la necesidad de renovar el derecho a la competencia, no solo para beneficio de este sector, sino porque a partir de la construcción doctrinal de este sector se han generado novedades importantes del derecho a la competencia para otros sectores.

En el caso de la SIC, que aún no se ha nombrado su representante, ¿qué implica esto?

Me parece preocupante y es importante que se resuelva pronto. Finalmente las entidades se afectan, a pesar de que hay una estructura administrativa prevista para cuando hay ausencia de un cargo directivo, lo cierto es que la cabeza de un órgano administrativo tiene órdenes que no se pueden ejercer por las personas que están atendiendo ese cargo.

¿Hasta qué punto la competencia no regulada es un desafío para los consumidores?

Esto lo podemos explicar si analizamos el ejemplo del siglo XVIII y siglo XIX, cuando se pensaba que la intervención del estado en la economía era equivocado y que la libre competencia debía operar con toda plenitud. Eso se ha venido modificando para entender que sí es necesario establecer algunos controles, pero también entiendo que la libre competencia es necesaria para que haya más competidores en el mercado y con eso los consumidores se beneficien con mayores innovaciones, precios y oportunidades de compra.

¿Qué le falta a Colombia para mejorar en libre competencia?

Colombia tiene buenas autoridades como la Superintendencia de Industria y Comercio. Sin embargo, considero que es momento de pasar a nuevas formas de mayor efectividad. En Colombia no se abren más de 10 investigaciones contra prácticas contrarias de competencia. Debemos ser más efectivos y para eso hay que involucrar más herramientas desde diferentes ámbitos.

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