• José Mauricio Higuera

viernes, 28 de julio de 2023

Abogados aseguran que aún hay vacíos normativos para identificar qué tipo de delitos pueden existir

En la era de la inteligencia artificial (IA), representada por aplicativos como ChatGPT, la protección de las creaciones del intelecto humano requiere una combinación de medidas legales y tecnológicas, así como el apoyo de diferentes expertos en la materia.

El auge de la inteligencia artificial (IA) y de ChatGPT ha traído a la sociedad beneficios y facilidades para la vida cotidiana de las personas y de las empresas, pero también riesgos de privacidad y confidencialidad de la información.

Por eso, los desarrolladores y usuarios de esta tecnología deben implementar medidas adecuadas de protección para garantizar que los datos compartidos estén debidamente resguardados.

“Esta nueva alternativa es una herramienta poderosa y prometedora que puede traer muchos beneficios para diversos sectores; sin embargo, el modelo no es ciento por ciento confiable”, indicó Ueric Melo, gerente de ciberseguridad y privacidad de Genetec.

De ahí, que toda información generada por la aplicación debe ser evaluada, verificada, ajustada y validada por un ser humano, advirtió Melo.

Puntualmente sobre la protección de la propiedad intelectual en la era de la IA, Cristian David Sarmiento, asociado del departamento de marcas, derecho de autor y entretenimiento de Cavelier Abogados, indicó que se requiere una combinación de medidas legales y tecnológicas, así como el apoyo de diferentes expertos en la materia.

Desde la parte legal, es importante tomar medidas como regular el uso de la IA a través de contratos (por ejemplo, indicando si se autoriza o no que esta herramienta sea usada en la escritura de un guión) o adoptar medidas para proteger las creaciones de la IA que puedan ser amparadas por derechos de autor, propiedad industrial o secretos comerciales.

“Al ser un tema en desarrollo, es importante contar con el asesoramiento de abogados especializados en propiedad intelectual, para comprender el alcance de los derechos conferidos sobre las creaciones realizadas por los aplicativos de IA”, precisó Sarmiento.

Desde la perspectiva tecnológica, se pueden utilizar herramientas de monitoreo y detección de infracciones (por ejemplo, uso de marcas de agua), para identificar casos de empleo no autorizado mediante este tipo de aplicativos.

Para Yuliana Salamanca, socia de propiedad intelectual de Baker McKenzie, hay que tener claro los conceptos. “En tiempos de ChatGPT debemos recordar que lo que protege la ley son las creaciones humanas, por lo que cuando usamos este sistema es importante tener claridad de cuál fue nuestro aporte y cuál es el de la IA, para saber hasta dónde estamos protegidos”.

También es importante leer los términos y condiciones, que son el contrato o la carta de navegación que nos vincula y que define el rol que jugamos.

Catalina Arango Hoyos, asociada de propiedad intelectual & competencia en Gómez-Pinzón, dijo que el uso de herramientas como ChatGPT es una realidad de la cual no se puede escapar. “Esto plantea muchos desafíos en cuanto a la protección de los derechos de propiedad intelectual”, destacó.

Y agregó, que como estas herramientas no permiten identificar autores, ni comprobar la veracidad de los datos, no es fácil determinar si hay o no una infracción a los derechos de propiedad intelectual, y qué tipo de delito se puede configurar en cada caso.

Antecedentes
Hoy no contamos con regulaciones que permitan establecer de manera clara cómo o de qué forma es más viable proteger la propiedad intelectual, por tanto, se requiere una revisión a las normas que regulan este tema. Según Arango, es inminente la revisión del sistema normativo aplicable a la propiedad intelectual, que permita definir con claridad qué se protege, cómo y a quién corresponden los derechos que en materia de propiedad intelectual tienen los contenidos creados bajo estas herramientas de IA.