
lunes, 1 de octubre de 2012
De acuerdo a las recientes declaraciones del presidente de Millonarios F.C, Felipe Gaitán, quien manifestó que el equipo de fútbol plantea la posibilidad de devolver dos de sus estrellas ganadas en 1987 y 1988; este anuncio ha generado todo tipo de reacciones, incluso, el Ministro del Interior, Fernando Carrillo dio un paso en falso al afirmar que “Millonarios perdería dos estrellas en su escudo, pero ganaría dos de dignidad”, afirmación que no solo ha tocado el corazón del hincha, sino el orgullo, pundonor y dignidad de los jugadores que obtuvieron los títulos.
Este hecho, no deja de ser algo de demagogia por parte de los directivos de Millonarios, que en el afán de situar la marca, dieron no solo este paso en falso, sino también se equivocaron por el tremendo baldado de agua que cayó con la goleada que le propinó el Real Madrid.
Pero lo que más genera curiosidad es como el Ministro Carrillo nos lleva a un escenario de dignidad por la devolución de dos estrellas; en este punto considero que su desafortunada, inoportuna e indebida calificación del hecho nos obliga a entender como se interpreta desde el punto de vista jurídico el concepto de dignidad y su infinita relación con el actuar humano.
Para el caso en concreto, en Sentencia T-881/02, la Honorable. Corte Constitucional nos muestra la naturaleza del concepto de dignidad humana así:
(iii) la dignidad humana entendida como intangibilidad de los bienes no patrimoniales, integridad física e integridad moral (vivir sin humillaciones); este punto que toca la Corte es el sustento de calificar la intervención del Ministro como desafortunada, toda vez que quienes pueden sentirse irrespetados son aquellos jugadores que lucharon por lograr esos triunfos, que si bien sus salarios eran remunerados en parte con dineros producto del narcotráfico.
Situación de la cual eran ignorantes; no se puede entrar a valorar su esfuerzo personal y profesional como indigno, transgrediendo la interpretación de la Honorable. Corte Constitucional al derecho que tiene todo ser humano de vivir sin humillaciones.
En aras de discusión, podríamos pensar entonces que los directivos de la Dimayor de la época deben devolver los salarios devengados en su momento por ser conocedores de la penetración del narcotráfico en el futbol colombiano.
O que los políticos que han sido patrocinados y financiados por el narcotráfico o el paramilitarismo deberían actuar en el mismo sentido, o que algunas de las reinas que han ganado coronas deben reintegrarlas por ser auspiciadas por este tipo de personajes; o que la extinta DNE devuelva el lucro recibido por la pésima e incompetente gestión en Millonarios que casi lo llevó a la liquidación, por que es claro que la indignidad es también por no cumplir los retos de la administración publica.
No, Sr Ministro Fernando Carrillo, mancillar el esfuerzo de los jugadores que se rompieron el lomo por ganar los títulos, pensado en devolverlos, no hace que gane dignidad una institución que entre otras no es sujeto de derecho de la misma, sino de buen nombre comercial, los que pueden ver violado su Derecho a la dignidad Humana con ese tipo de propuestas y afirmaciones son aquellos que jugaron y ganaron los partidos.
Por lo que el punto de reflexión debe ser si es más importante valorar una marca o respetar la dignidad humana de los jugadores, al fin y al cabo devolviendo las estrellas no se logra borrar el pasado.